La candidata ultraderechista a la Presidencia de Francia, Marine Le Pen, ha demandado que se restauren "inmediatamente" las fronteras nacionales y ha atacado la "laxitud penal" de los gobiernos de izquierda y derecha de las últimas décadas.
"A este gobierno efímero, dirigido por la inacción, le pido que ordene la restauración inmediata de nuestras fronteras nacionales", dijo la candidata eurófoba en una declaración a la prensa desde su sede de campaña en París.
Le Pen, una de las favoritas en los comicios del 23 de abril, reaccionó así al ataque de anoche en los Campos Elíseos de París, en el que murió un policía y que fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
"La lucha contra el terrorismo empieza por recuperar nuestras fronteras nacionales y por acabar con la ingenuidad", subrayó antes de exigir al presidente francés, el socialista François Hollande, que aplique antes de dejar el cargo en tres semanas las medidas que ella defiende en su programa electoral.
En esa línea, pidió que los extranjeros fichados por los servicios secretos por radicalismo sean expulsados, que se retire la nacionalidad francesa a los que tienen doble nacionalidad para ser expulsados a la vez, y que los que son únicamente franceses sean detenidos por su "adhesión a la ideología del enemigo".
Se pronunció por incrementar con 15.000 agentes más los efectivos de la Policía y de la Gendarmería, por un refuerzo de los servicios secretos y de los medios del Ejército, así como por "una adaptación de la política penal y carcelaria a este tipo de criminalidad".
Pidió que se prohíban las organizaciones salafistas, que se expulse a los imanes que promueven en sus discursos el odio y que se aplique un laicismo "estricto, conforme a los principios republicanos".
La presidenta del Frente Nacional (FN), una de los candidatos que desde anoche avanzó que suspendía los desplazamientos programados hoy en la última jornada de campaña electoral, consideró que este nuevo atentado pone en evidencia que Francia es atacada "no por lo que hace, sino por lo que es".
"El islamismo es una ideología hegemónica monstruosa que ha declarado la guerra a nuestra nación, a la razón, a la civilización", argumentó, antes de hacer hincapié en que para ganar esta guerra, como para ganar cualquiera, hay que actuar "con constancia y coherencia".