Europa, objetivo preferente de los atentados del Estado Islámico
Antes de Manchester, los ataques yihadistas han golpeado ya a ciudades como París, Bruselas, Niza, Berlín, Estocolmo o Londres.
24 mayo, 2017 03:23Noticias relacionadas
La Unión Europea se encuentra en alerta máxima desde hace ya dos años ante el riesgo de ataques del grupo terrorista Estado Islámico. El nivel de amenaza es "muy alto", decía el comisario de Seguridad, Julian King, en una reciente entrevista a EL ESPAÑOL. El atentado en un concierto de Ariana Grande en Manchester, en el que han muerto al menos 22 personas, es el último de una larga cadena que ha golpeado también a París, Bruselas, Niza, Berlín, Estocolmo o Londres.
La amenaza pesa especialmente sobre Francia, Bélgica, Alemania, Holanda y Reino Unido, según el último informe publicado por Europol. El Estado Islámico actúa en Europa en tres frentes: mediante ataques muy sofisticados como los de París y Bruselas, directamente dirigidos por su cúpula en Siria; a través de células locales activadas por yihadistas europeos que se han entrenado en territorio sirio o iraquí; y con actores solitarios.
Los terroristas han utilizado en sus ataques explosivos y armas automáticas, pero también camiones u otro tipo de vehículos para atropellar a peatones. Europol teme que en el futuro puedan recurrir a otros métodos como coches bomba o secuestros. El Estado Islámico tiene preferencia por los atentados contra "objetivos blandos", como salas de conciertos, centros de transporte o lugares donde se concentra mucha gente. Su objetivo es intimidar al máximo a la población.
Los ataques han dejado al descubierto los fallos de seguridad y la falta de coordinación entre los países miembros de la UE. Pero al mismo tiempo, los Gobiernos europeos han acelerado en los últimos meses el intercambio de información y las medidas antiterroristas, como los controles en las fronteras para detectar la vuelta de yihadistas desde Siria o Irak, o el refuerzo de la vigilancia sobre las armas y los precursores de explosivos.
París, noviembre de 2015
Es el atentado más mortífero y sofisticado cometido por el Estado Islámico en Europa. La noche del viernes 13 de noviembre de 2015, tres comandos coordinados de terroristas que portaban armas automáticas y chalecos explosivos recorrieron las calles de París tiroteando a los ciudadanos que cenaban o tomaban copas en terrazas de bares y restaurantes. La orgía de terror concluyó en la sala de conciertos Bataclan, donde se hicieron estallar varios de los terroristas.
En total, fueron asesinadas 130 personas en lo que el entonces presidente francés, François Hollande, calificó como "acto de guerra". Los atentados se planificaron en Siria y se organizaron en Bélgica. Varios de los terroristas procedían del barrio bruselense de Molenbeek. El supuesto cerebro del ataque, Abdelhamid Abaaoud, fue abatido días después en una operación policial a las afueras de país. El único terrorista superviviente, Salah Abdeslam, está detenido en Francia.
París ya había sido golpeada por el terrorismo islamista el 7 de enero de 2015. Los hermanos Saïd y Chérif Kouachi entraron a la sede del semanario satírico Charlie Hebdo y dispararon contra la redacción. Estaban compinchados con Amedy Coulibaly, que dos días después atacó un supermercado judío. En los atentados murieron 17 personas. Los tres terroristas, que se identificaron como miembros de Al Qaeda, fueron abatidos por la policía.
El último ataque terrorista en París tuvo lugar el pasado 20 de abril en los Campos Elíseos. En plena campaña para las elecciones presidenciales francesas, el francés Karim Cheurfi, que se declaró simpatizante del Estado Islámico, mató a un policía e hirió a otros dos antes de ser abatido.
Bruselas, marzo de 2016
A las 7:58 de la mañana del 22 de marzo de 2016, dos kamikazes se hicieron estallar en el hall de entrada del aeropuerto de Zaventem con sus maletas cargadas de explosivos. Algo más de una hora después, a las 9:11, otro terrorista suicida atacó la estación de metro de Maelbeek, en pleno corazón del barrio europeo de Bruselas.
Un total de 32 personas (sin contar a los kamikazes) murieron en los atentados y 340 resultaron heridas. Las víctimas procedían de 22 países diferentes. Los terroristas, pertenecientes al Estado Islámico, formaban parte de la misma célula que atentó en París. De hecho, los atentados se produjeron cuatro días después de la detención en Bruselas de Salah Abdeslam.
Niza, julio de 2016
Lo que iba a ser una jornada de celebración por la fiesta nacional francesa se convirtió en una noche de terror. Un camión de 19 toneladas se adentró a toda velocidad en el icónico Paseo de los Ingleses de Niza y atropelló a la multitud que se había congregado para presenciar los fuegos artificiales del 14 de julio. Murieron 86 personas y más de 400 resultaron heridas. El conductor, Mohamed Lahouaiej-Bouhlel, un tunecino de 31 años, fue abatido por la policía. El atentado lo reinvindicó el Estado Islámico. Lahouaiej-Bouhlel había planificado el ataque durante meses y contó con una red de cómplices, según dijo el fiscal de París, François Molins.
Berlín, diciembre de 2016
De nuevo un vehículo a toda velocidad utilizado como arma de destrucción masiva. El 16 de diciembre del año pasado, un camión de gran tonelaje embistió a los visitantes de un mercadillo de Navidad en el centro de Berlín, dejando a 12 personas muertas y otras 56 heridas. El autor, Anis Amri, un tunecino cuya petición de asilo había sido denegada, logró escapar, pero murió cuatro días más tarde en un tiroteo con la policía en Milán. Amri había jurado lealtad al líder del Estado Islámico, según un vídeo difundido por la propia organización terrorista.
Londres, marzo de 2017
Un ataque contra el corazón de la democracia británica. Al británico Khalid Masood, de 52 años, le bastaron 82 segundos para sembrar el caos en los alrededores del Parlamento británico el pasado 22 de marzo. Cruzó el puente de Westminster arrollando a los peatones que encontró a su paso, estrelló el coche en la valla que rodea el Parlamento y mató con un cuchillo a uno de los policías del recinto antes de ser abatido por los agentes armados. En total, murieron 5 personas y otro medio centenar resultaron heridas. El terrorista estaba interesado en la yihad, pero la policía no ha encontrado vínculos directos con el Estado Islámico.
Estocolmo, abril de 2017
Cinco personas murieron y una quincena resultaron heridas cuando un camión se abalanzó sobre la multitud en una concurrida calle peatonal de Estocolmo y acabó estrellándose contra un centro comercial el pasado 7 de abril. El autor del ataque, Rakhmat Akilov, un solicitante de asilo uzbeko que tenía una orden de expulsión, fue detenido y ha confesado a la policía sueca que se había alistado en el Estado Islámico.