Un infierno de 24 plantas. La Torre Grenfell, un bloque de viviendas en el oeste de Londres, ardió este martes de abajo arriba, dejando al menos 12 víctimas mortales y decenas de heridos así como una ciudad sumida en la consternación.

El fuego se inició poco antes de la una de la madrugada hora local y escaló desde una de las plantas inferiores hasta cubrir toda la estructura. Los bomberos llegaron seis minutos después de recibir la llamada de socorro para encontrarse con un panorama desolador.

“Un incidente sin precedentes. En mis 24 años como bombera nunca había visto nada de esta magnitud”, afirmaba la jefa de la Brigada de Bomberos de Londres.

Los testimonios de los presentes ilustran escenas de pánico y desesperación. Una mujer arrojó a su bebé desde la novena o décima planta del edificio, que consta de una única escalera, tras pedir a los aglomerados en el exterior del inmueble que lo cogieran al vuelo. Afortunadamente, un hombre logró atrapar al pequeño cuando caía, relató una testigo al Telegraph.

“Podíamos oír a gente gritando 'ayuda, ayuda' y usando la luz de sus móviles para avisar de que estaban ahí”, afirmó otra testigo a Sky News. Los que presenciaron la tragedia coinciden en que el fuego engulló rápidamente el inmueble, que, aun así, no corre riesgo de derrumbarse.

Las advertencias de los vecinos

No está claro todavía cómo se inició el incendio ni por qué se extendió de manera tan veloz, pero los vecinos llevaban años alertando del riesgo de incendio en la Torre Grenfall.

“Se hizo caso omiso a todas nuestras advertencias”, denuncia el colectivo de vecinos Grenfell Action Group en la última publicación de su blog, donde desde al menos 2013 documenta los problemas de seguridad del edificio. “Pronosticamos que una catástrofe como esta sería inevitable en cuestión de tiempo”.

La agrupación vecinal asegura que trasladó reiteradamente sus preocupaciones al distrito de Kensington y Chelsea y la Organización para la Gestión Arrendataria de Kensington y Chelsea (KCTMO), que administra la propiedad.

Trágico incendio en la Torre Grenfell de Londres





En febrero de 2013 Grenfell Action Group divulgó un supuesto extracto del último informe de riesgo de incendio del edificio, fechado en noviembre de 2012. El fragmento describía cómo los extintores de múltiples áreas de la Torre Grenfell, construida en la década de 1970, llevaban más de un año sin ser testados. En concreto, algunos en la zona del tejado llevaban más de dos años sin ser examinados y estaban marcados como no aptos en grandes letras negras.

Dudas sobre la instalación eléctrica



En sus subsiguientes publicaciones ese año, los vecinos denunciaban reiteradas subidas de tensión que arruinaban sus aparatos electrónicos y que serían atribuidas a una incorrecta instalación eléctrica.

En noviembre de 2016, a pesar de que el edificio acababa de ser remodelado, llegaban a la siguiente conclusión: “Creemos firmemente que sólo un evento catastrófico puede exponer la ineptitud e incompetencia de nuestro casero, la KCTMO, y poner fin a las peligrosas condiciones habitacionales y la falta de respeto a la legislación de salubridad y seguridad que impone a sus inquilinos”.

Hace cosa de un año se completó una renovación de 10 millones de libras de la Torre Grenfell que incluía la instalación de un revestimiento externo aislante, nuevas ventanas, un nuevo sistema de calefacción comunitaria y la creación de nueve viviendas en espacios sin aprovechar del edificio, según anunció el municipio de Kensington y Chelsea. La operación fue realizada por la Organización de Gestión Arrendataria en conjunción con la empresa Rydon Construction.

“Es extraordinario ver de primera mano cómo el revestimiento ha mejorado la apariencia externa del edificio y cómo las mejoras en el interior de los hogares cambiarán la vida de la gente”, declaró tras ver las reformas el primer edil conservador Nick Paget-Brown.

Este martes, sin embargo, Paget-Brown ofreció sus condolencias por la tragedia y prometió llegar al fondo de la cuestión: “Este es un día terrible para Kensington y Chelsea (…). En este momento estamos volcados en la operación de rescate y asistencia, pero la causa del incendio será investigada a fondo y mantendremos a la gente al tanto”.

La compañía, que señala en su cartera de proyectos que el edificio recibió una certificación de sostenibilidad medioambiental BREEAM, asegura estar “en shock” por la noticia pero defiende que todo se realizó de acuerdo con “todos los controles, normativas antincendios y estándares de seguridad”.

Por su parte, el director de la Organización de Gestión Arrendataria de Kensington y Chelsea ha calificado el incidente de “desolador” y ha prometido ofrecer más información.

Una concejal ha afirmado a la Press Association que a los vecinos se les dijo una y otra vez que no existía peligro pese a sus repetidas quejas.

La seguridad del edificio



Los vecinos tenían instrucciones de no abandonar sus pisos en caso de incendio si éste no alcanzaba sus viviendas, pero en este caso el fuego se propagó de forma tan rápida que muchos se quedaron atrapados dentro, según los relatos de los testigos.

Esta recomendación se puso en entredicho en 2009 después de que seis personas murieran en un incendio en el bloque Lakanal en la capital británica. Sin embargo, la Brigada de Bomberos de Londres recomienda todavía en su página web permanecer en casa si el fuego está en otra parte del edificio.

Una residente de la Torre Grenfell que logró salir del edificio contó a la BBC que las alarmas antincendios no sonaron y que se despertó gracias a los golpes que otro vecino dio en su puerta. “Las alarmas no sonaban”, relataba. “Fue aterrador la rapidez con que se extendió de la cuarta planta hasta la 23”.

No es la primera vez que un bloque de viviendas municipales de Kensington y Chelsea arde. En octubre 2015, la Torre Adair se quemó y dejó 16 heridos. Posteriormente, la Brigada de Bomberos de Londres notificaría a las autoridades municipales que debían revisar la seguridad del edificio y desarrollar las medidas apropiadas para paliar el riesgo de incendios.

El alcalde de Londres, Sadiq Khan, ha advertido de que habrá “muchas preguntas” respecto a la causa de la tragedia. “Quiero asegurar a los londinenses que habrá respuestas”, ha prometido.