La Fiscalía francesa ha abierto una investigación sobre supuestas irregularidades en la organización de un evento del Gobierno francés para la promoción de la tecnología en 2016, después de varios indicios de que el procesos de licitación no fue el apropiado.
El evento, que tuvo lugar en Las Vegas, fue organizado por Business France, un organismo del Estado para la promoción de las empresas francesas en el extranjero, cuando el ahora presidente del país, Emmanuel Macron, era ministro de Economía dentro del ejecutivo socialista de Hollande.
Macron participó en el evento pero, este año, durante las elecciones presidenciales, cuando se levantaron las primeras sospechas, dijo que no había tenido nada que ver en su organización.
No hay inculpación
La investigación, que se ha encomendado a varios jueces de instrucción, no identifica a nadie en concreto como posible autor de las infracciones que se pudieran constatar, precisó a Efe la portavoz de la Fiscalía, que insistió en que no hay ninguna inculpación.
Los posibles cargos sobre los que se indaga, según la portavoz, son los de favoritismo y receptación de favoritismo, para aclarar si se respetaron las reglas de los concursos públicos en la organización de un acto con Macron por parte del organismo Business France, dependiente del Ministerio de Economía.
Business France, que entonces estaba dirigida por la que se ha convertido en la ministra de Trabajo de Macron, Murielle Pénicaud, encargó la organización a la empresa Havas sin una licitación pública, algo que era imperativo teniendo en cuenta el monto de la operación, de cerca de 300.000 euros.
Delito de favoritismo
La directora de la comunicación y la promoción de Business France, Fabienne Bothy-Chesneau, fue interrogada sobre ese asunto el pasado 21 de junio, un día después de que la sede del organismo fuera objeto de un registro.
La emisora France Info señaló hoy que ese registro fue "fructífero" porque permitió recopilar elementos que vendrían a asentar la idea de que hubo un delito de favoritismo.
Pénicaud, que en caso de ser imputada tendría que dimitir de su puesto de ministra -de acuerdo con la regla instituida por Macron-, ha afirmado que, como directora general de Business France, encargó una auditoría cuando se dio cuenta, varios meses después, de que se habían cometido irregularidades.
El problema es que unos mensajes de correo electrónico de Bothy-Chesneau, revelados por la prensa, daban a entender que la actual responsable de la cartera de Trabajo estaba al corriente de esas anomalías en el procedimiento de atribución, que podrían ocultar un caso de favoritismo.