Bruselas

El Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) ha dictaminado este miércoles que el acuerdo suscrito entre la UE y Canadá para transferir los datos de los pasajeros aéreos, que las dos partes consideran un instrumento fundamental para combatir el terrorismo islamista, no puede concluirse en su forma actual porque vulnera las normas comunitarias en materia de privacidad y protección de datos.

La sentencia podría afectar también a otros acuerdos similares que la UE tiene con Estados Unidos y Australia e incluso al nuevo registro europeo de datos de los pasajeros aéreos (PNR) que ya se ha aprobado y está previsto que se ponga en marcha en mayo de 2018. "Este fallo puede tener consecuencias de largo alcance. El PNR europeo y otros pactos parecidos con EEUU sobre datos de los pasajeros o datos bancarios podrían enfrentarse a dificultades", ha dicho el grupo liberal (ALDE) en la Eurocámara. 

"Para respetar la sentencia, la UE debe poner fin de manera inmediata a sus acuerdos con Estados Unidos y Australia", ha reclamado la ONG European Digital Rights. Este grupo pide además a los Estados miembros que congelen la incorporación a sus legislaciones nacionales de la directiva sobre el PNR europeo.

Sin embargo, el comisario de Seguridad, el británico Julian King, ha defendido que el intercambio de información mediante herramientas como el PNR "es crítico para la seguridad de nuestros ciudadanos". Los datos de los pasajeros de los vuelos entre Canadá y la UE en el periodo entre abril de 2014 y marzo de 2015 permitieron iniciar o proseguir investigaciones relacionadas con el terrorismo en 169 casos, según los datos de las autoridades canadienses.

Bruselas se pondrá en contacto ahora con el Gobierno de Justin Trudeau para modificar el acuerdo y ajustarlo a las exigencias del TJUE. El propio Ejecutivo comunitario admite que las consecuencias del dictamen podrían ir más allá del acuerdo con Canadá y ha anunciado que trabajará con el resto de socios internacionales para garantizar que la transferencia de datos respete las normas comunitarias. 

Datos sensibles

El acuerdo en cuestión se firmó en 2014, pero la Eurocámara solicitó el dictamen del TJUE antes de ratificarlo. Prevé la transferencia sistemática y continuada de los datos de los pasajeros aéreos a las autoridades canadienses con el fin de luchar contra el terrorismo y otros delitos graves. Los datos se conservan durante cinco años y Canadá puede enviarlos a otros países terceros.

El dictamen del Tribunal de Justicia concluye que varias disposiciones del acuerdo entre la UE y Canadá no se ajustan a la legislación comunitaria y por tanto deben modificarse. En particular, el pacto permite transferir datos sensibles, es decir, aquellos que revelan el origen racial o étnico, las opiniones políticas o las convicciones religiosas o filosóficas de los pasajeros. El envío, tratamiento y conservación de estos datos sensibles "son incompatibles con los derechos fundamentales", señala el fallo.

El TJUE sostiene además que la utilización de los datos de los pasajeros aéreos debe estar sometida al control de un órgano judicial o de un autoridad administrativa independiente y que la información debe borrarse en el momento en que los afectados abandonen Canadá si no se ha identificado ningún riesgo en materia de terrorismo.

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