En una desértica carretera de la provincia italiana de Foggia (sur) fueron tiroteados el miércoles a plena luz del día dos mafiosos y dos campesinos, un crimen que ha revelado la cruenta pugna entre los desapercibidos clanes que se disputan la zona.
El capo mafioso Mario Luciano Romito viajaba en un escarabajo negro conducido por su cuñado Matteo de Palma cuando, a la altura del municipio de San Marco in Lamis, se aproximó un furgón desde el que abrieron fuego con fusiles "kalashnikov" y escopetas de caza.
Tras el asesinato, los ejecutores se percataron de que en la escena del crimen había unos testigos inesperados: los hermanos Luigi y Aurelio Luciani, campesinos de 47 y 43 años quienes, tras presenciar la masacre, emprendieron la fuga a bordo de su furgoneta, según EFE.
Pero fue en vano ya que los criminales les persiguieron por la carretera disparándoles hasta que consiguieron matarles, a uno de ellos en el campo después de que escapara del vehículo en el que yacía su hermano y emprendiera una breve e ineficaz huida a pie.
Una mafia de 'serie B'
El crimen ha suscitado gran clamor en Italia por su crueldad, su exposición, por el asesinato de inocentes y porque saca a la luz el aberrante "modus operandi" de estos clanes que luchan por el control de la provincia de Foggia y del Parque Nacional del Gargano, en la región meridional de Apulia.
Una red criminal desapercibida e incluso infravalorada, según apuntó el fiscal nacional antimafia, Franco Roberti, quien lamentó en los micrófonos de Radio Rai que la criminalidad en Foggia "ha sido considerada durante demasiado tiempo 'una mafia de serie B'".
Y, en su opinión, no es así, habida cuenta de que en los últimos treinta años las luchas entre clanes han supuesto la muerte de 300 personas y el 80 % de los homicidios continúan aún impunes, señaló.
El fiscal dijo a "La Stampa" que la mafia de Foggia es "particularmente despiadada e impenetrable" e incluso "más violenta y agresiva" que las tres históricas organizaciones: la calabresa 'Ndrangheta, la napolitana Camorra y la siciliana Cosa Nostra.
En su informe del segundo semestre de 2016, la Dirección Investigadora Antimafia (DIA) advierte de que "el cuadro criminal en la provincia de Foggia se presenta complejo e inestable, marcado por la notable fragmentación de sus grupos criminales".
Enumera 18 clanes que, al contrario que otras mafias, carecen de "un órgano decisivo compartido y una acción unitaria" lo que, según la DIA, podría ser la razón de "los precarios equilibrios dentro de cada organización", caracterizadas por "una inusitada violencia".
Pero si la situación en la provincia es peliaguda, más lo es, si cabe, en el área del Gargano, "la espuela de la Bota" italiana, con un escenario "muy inestable" en el que operan una decena de clanes, entre ellos el que dirigía el capo tiroteado.
De hecho la víctima no es un desconocido para los investigadores sino que se le considera un líder del clan de Manfredonia perseguido durante años por sus acérrimos enemigos, que en 2009 intentaron matarle con una bomba en su coche y en 2010 a tiros. Pero se salvó.
Acciones contra la mafia
La vicepresidenta de la asociación antimafia "Libera", Daniela Marcone, explicó que "es evidente que hay una guerra en curso" en la zona del Gargano y definió a sus clanes como "muy agresivos y activos que definen su poder y potencia también matando inocentes".
Marcone, natural de Foggia, advirtió de que estos clanes actúan de forma "completamente autónoma" respecto a la que ha sido considerada tradicionalmente la cuarta mafia, la "Sacra Corona Unida" de Apulia.
Cree, al igual que los investigadores, que los clanes de la zona se enriquecen "principalmente" con el comercio de droga, haciendo llegar hasta el bello litoral adriático la droga que expiden los grupos criminales albaneses, con los que mantienen contactos.
Una de las prioridades para "Libera" es concienciar y advertir a la población local de la existencia y peligrosidad de esta lacra y, para ello, dedicarán al estudio de "mafia foggiana" la próxima "Jornada de la Memoria", que se celebra cada 21 de marzo.
"Los ciudadanos de Foggia saben ya (sobre la mafia) y se ha dado una toma de conciencia pero no creo que sea una comunidad muy reactiva. Aún hay que trabajar mucho para que reaccionen, se trata de una comunidad que debe abrir los ojos completamente", opinó.
El ministro del Interior, Marco Minniti, acudió el jueves a esa ciudad y prometió que la respuesta del Estado será "durísima" y, por el momento, ha avanzado el refuerzo de la seguridad local con el envío de 192 efectivos policiales y militares.