En Reino Unido han llegado a la conclusión de que alquilar un vehículo para perpetrar atentados como el de Barcelona es demasiado fácil y quieren atajar el problema. Por eso el Gobierno británico está reuniéndose con miembros del sector del alquiler de automóvil y con la Policía para establecer nuevas medidas que no permitan alquilar un vehículo a quienes ya formen parte de una lista de vigilancia por terrorismo.
Nadie quiere ver un nuevo atentado terrorista como el del pasado jueves ocurrido en Barcelona. O como los de Londres de marzo y junio de este año. Ni como el de Niza del verano de 2016 o el de las navidades de ese mismo año en Berlín. Ante la facilidad, y la frecuencia, con la que ocurren estos ataques, el Ejecutivo de Theresa May prefiere prevenir que curar.
Una de las medidas que se discute es el cruce de datos con las listas de personas bajo vigilancia por terrorismo. “Por el momento tenemos restricciones por la Ley de protección de datos, pero la Policía está trabajando para lograr una excepción en este caso y que las autoridades crucen la información de la reserva con sus datos, por ejemplo”, dicen desde la Asociación Británica de Vehículos de Alquiler (BVRLA).
De esta forma, si alguien que haya sido detectado como posible amenaza terrorista por la Policía intenta alquilar un vehículo saltará una alerta que avisará a las autoridades e impedirá a la compañía de alquiler proceder con la transacción.
Este sistema habría impedido que Khalid Masood pudiera alquilar el vehículo con el que llevó acabo el atentado de Westminster en marzo de este año y que dejó cinco muertos. También hubiera evitado que Khuram Butt y que Rachid Redouane, dos de los terroristas de London Bridge, acabaran con la vida de ocho personas el pasado mes de junio.
“La amenaza terrorista está cambiando y por tanto nosotros debemos cambiar la manera como la combatimos”, dijo un portavoz del Departamento de Transportes Británicos a los medios de comunicación confirmando las reuniones con la Asociación Británica de Vehículos de Alquiler, que representa a un 75% de las firmas de alquiler de vehículos del país.
El mismo portavoz apuntó además que la estrategia antiterrorista sigue en revisión y que se están poniendo recursos extras en este área. “El Departamento de Transporte está trabajando con la Policía y con la industria automovilística del alquiler para explorar qué más se puede hacer antes de que un individuo pueda alquilar un vehículo”, aseguró.
Dificultades al frente
De primeras, la medida, que es de momento sólo una nueva sugerencia, se da de bruces con la Ley de protección de datos, así que el Gobierno tendrá que buscar que el Parlamento haga una modificación o la Policía tendrá que justificar algún tipo de exención que tenga el visto bueno de un juez y no entorpezca la rapidez y efectividad del mecanismo.
Hasta ahora, las empresas de alquiler de vehículos sólo pueden acceder y cruzar datos sobre la identidad del individuo, los datos de las aseguradoras y el historial financiero del conductor.
Desde la industria ya advierten de que si el sistema se modifica no será fácil porque las empresas del alquiler son muchas y variadas. Tienen sistemas de reserva y contratación distintos y muchas son tan pequeñas que no podrían hacer ningún tipo de inversión tecnológica así que será el Gobierno quien deba ofrecer las facilidades.
Hoy en día las empresas de alquiler de Reino Unido no alquilan vehículos de más de 3.5 toneladas a individuos que no pueden demostrar un perfil profesional. De hecho, los terroristas de London Bridge intentaron alquiler una furgoneta de 7.5 toneladas pero el pago fue denegado.