Las regiones italianas de Lombardía y Véneto votaron este domingo en referéndum consultivo a favor de comenzar una negociación con el Estado para obtener una mayor autonomía y en ambas se logró superar la participación mínima prefijada.
En el Véneto, con el 86,5% de los votos escrutados, el 98,1% de los electores votó a favor y el restante 1,9% en contra. En el caso de Lombardía, con el 60% de los votos escrutados, el 95,64% votó a favor y el 3,61% en contra, con un 0,75% de votos nulos, y la participación fue netamente inferior, alrededor del 40 %.
Aunque no había establecido un quórum, el presidente lombardo, Roberto Maroni, había reconocido que se conformaría si superara el 34 % que se registró en la reforma constitucional de 2001, sin embargo sus oponentes políticos ya hablan de fracaso al no llegar al 50 %.
Luca Zaia, el presidente del Véneto, que como Maroni pertenece a la xenófoba Liga Norte (LN), celebró estos resultados, que consideró "un éxito de los venecianos", y anunció que mañana convocará a la junta regional para preparar el proyecto antes de iniciar la negociación.
Zaia, que defendió avanzar hacia un sistema federalista en Italia, señaló que reclamarán a Roma una veintena de competencias y retener un 90 % de los impuestos.
Ataque informático
Asimismo reconoció que los sistemas de recuento de votos han sido objeto de un ataque informático por lo que los datos definitivos podrían retrasarse algunas horas. Maroni, por su parte, destacó la necesidad de "unir fuerzas" con Zaia para acudir a Roma y negociar "la batalla del siglo".
El subsecretario del Gobierno para los Asuntos Regionales, Gianclaudio Bressa, afirmó que el Ejecutivo "está preparado" para emprender dicha negociación, en declaraciones recogidas por los medios.
Estas dos regiones han convocado estos referéndum consultivos y no vinculantes, apoyados por la mayoría de los partidos de la oposición, con el objetivo de recabar apoyo y negociar con el Gobierno central una mayor autonomía. Quieren ganar competencias en materia educativa, medioambiental, de seguridad y migratoria pero, sobre todo, de naturaleza fiscal.
Nada que ver con Cataluña
Y es que estas dos regiones, que suman el 34 % del PIB italiano, quieren reducir su déficit fiscal, la brecha entre lo que aportan al Estado y lo que este devuelve, un monto que algunos estudios cifran en 54.000 millones de euros (63.607 millones de dólares) para Lombardía y 18.000 millones (21.202 millones de dólares) para Véneto.
En los últimos días los organizadores de estas dos consultas han subrayado que sus peticiones no tienen nada que ver con la deriva independentista de Cataluña sino que actúan en el marco de la Constitución.
La Carta Magna italiana, desde su reforma de 2001, permite a las regiones que componen el país negociar mayores formas de autonomía, aunque para ello no es necesaria la celebración de referéndum, como ha sido el caso de Emilia-Romagna (centro).
Por esa razón los gobernadores han recibido críticas debido al elevado gasto de la consulta: 50 millones de euros en Lombardía, que la ha celebrado con tabletas electrónicas, y 14 millones en Veneto, que ha optado por la papeleta tradicional.