No era un farol. No estaban amenazando con la intención de obtener concesiones a cambio. Iban en serio los liberales alemanes del FDP cuando hablaban de dejar las negociaciones para formar Gobierno que protagonizaban junto a los conservadores de la Unión Cristiano Demócrata (CDU) que lidera Angela Merkel y Los Verdes.
Y tanto. En la noche del domingo, Christian Linder, el líder del FDP, dejaba la mesa de negociación declarando eso de que “es mejor no gobernar que gobernar mal”. Esa decisión ha dejado al país en una situación política de incertidumbre inédita. “Es un desastre”, dice a EL ESPAÑOL Judy Dempsey, investigadora en Berlín del Carnegie Europe, un prestigioso centro de estudios dedicado a Europa.
Jamaica ha dejado de ser el nombre de la coalición entre liberales, ecologistas y conservadores. A la CDU, FDP y Los Verdes se les identifica en Alemania con los colores negro, amarillo y verde, los de la bandera del país insular.
Ahora Jamaica da nombre a un huracán político. No en vano, en el diario Handelsblatt recurría el lunes a la expresión del “huracán de Jamaica” para explicar las sacudidas que está sufriendo la política alemana. La gran damnificada de estas inclemencias no es otra que Angela Merkel, porque “no ha sido capaz de dar a la coalición una visión común”, señala a EL ESPAÑOL Thorsten Faas, politólogo de la Universidad Libre de Berlín.
Así, el periódico conservador Frankfurter Allgemeine Zeitung se refería al mal final de las negociaciones entre cristianodemócratas, liberales y ecologistas como “la derrota de Merkel”.
¿Todavía la más poderosa del mundo?
Para la canciller, la situación es de extrema gravedad. “Esto puede acabar costándole el puesto a Merkel”, comenta a EL ESPAÑOL Julia Von Blumenthal, politóloga de la Universidad Humboldt de la capital germana. Se supone que Merkel tenía que haber renovado ya su mandato como canciller tras las elecciones del pasado 24 de septiembre.
Pero no, han pasado ya casi dos meses desde esos comicios y no hay atisbos de que Merkel pueda seguir al frente del Gobierno. Al menos no como ha venido haciéndolo hasta ahora, en coaliciones que dominaban en el Bundestag y donde la jefa del Gobierno lo tenía todo bajo control. Por eso mismo la revista estadounidense Forbes la seguía considerándola - también este año - la “mujer más poderosa del mundo”.
El “huracán Jamaica” ha diluido esa imagen. Sin coalición jamaicana, Merkel ahora podría seguir siendo canciller en un Gobierno en minoría en el Bundestag. Este escenario no gusta nada a la jefa del Gobierno alemán. “Unas nuevas elecciones serían un mejor camino”, declaraba el lunes la todavía canciller en funciones.
Sin embargo, ante unos nuevos comicios, los sondeos de intención de voto no muestran eventuales cambios en la distribución de los electores. El lunes, una encuesta del instituto de estudios de opinión Forsa indicaba que un 45% de la población vería con buenos ojos volver a votar para salir del bloqueo. Poco más de un cuarto de los alemanes (27%) desearían una reedición de una 'Gran Coalición' entre socialdemócratas y conservadores. A apenas 24% quiere un Gobierno en minoría.
No es osado aventurar que el país acabe bloqueado políticamente tras otros comicios. Pero los expertos consultados por este periódico temen que, al final, repetir unas elecciones generales sólo ofrezca resultados positivos a al partido de ultraderecha y anti-establishment Alternativa para Alemania (AfD). Esta formación fue la tercera más votada el 24 de septiembre.
Steinmeier, desatascador y “hombre del momento”
Frank-Walter Steinmeier, presidente de la República Federal de Alemania, quiere evitar una nueva cita con las urnas. Ahora se considera a Steinmeier “el hombre del momento”, de acuerdo con el diario berlinés Tagesspiegel. Aunque su cargo tenga, ante todo, carácter honorífico, a Steinmeier le toca en calidad de jefe de Estado llevar la iniciativa.
El lunes, tras reunirse con Merkel, el presidente hacía un llamamiento al diálogo al tiempo que prometía reuniones con los líderes de la CDU, su hermanada Unión Social Cristiana de Baviera (CSU), el FDP y Los Verdes. “Espero que todos estén listos para hablar sobre la formación de un Gobierno en un tiempo previsible”, indicaba Steinmeier, que no ha puesto fecha límite para desatascar la situación.
Ante el bloqueo, el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), el otro gran partido germano y el segundo más votado en las elecciones de septiembre, se declaraba ayer otra vez en contra de aventurase de nuevo en una 'Gran Coalición'. “El argumento del SPD es que los electores sancionaron a los partidos de la última 'Gran Coalición', porque ya no desean esa mayoría en el Bundestag”, explica Von Blumenthal, la politóloga de la Universidad Humboldt.
Merkel fuera de la Cancillería Federal, un elemento negociador
En las últimas elecciones generales, tanto CDU como SPD registraron los peores resultados de su historia reciente. “Los escenarios más probables son unas nuevas elecciones o un Gobierno en minoría, pero son ambos atípicos en Alemania”, afirma EL ESPAÑOL Jan Müller, politólogo de la Universidad de Rostock, en el noreste alemán.
“Un Gobierno en minoría es algo muy incómodo para los alemanes, porque son inestables e impredecibles, aunque existen en los países nórdicos y parecen funcionar”, señala por su parte Dempsey, experta del Carnegie Europe. Ella está convencida de que Merkel “está aquí para quedarse, al menos a corto plazo”.
Según Müller, hay más opciones de lo que parece. Él especula, por ejemplo, con una reedición de una 'Gran Coalición' sin Angela Merkel. De hecho, la permanencia de Merkel como canciller “puede acabar convirtiéndose en un elemento de negociación”, de acuerdo con el profesor de la Universidad de Rostock.
Según este experto, “si de verdad los partidos quieren evitar nuevas elecciones, entonces que decidan rehacer una 'Gran Coalición' con Altmeier como canciller, durante dos años, y luego que convoquen nuevas elecciones”. Alude Müller a Peter Altmeier, quien ocupa la Jefatura de la Cancillería Federal. Esa salida serviría para calmar al crecientemente inquieto sector económico germano y podría, por fin, servir para poner a Alemania al servicio del avance del necesitado proyecto europeo.
¿Fin del reinado de Merkel en Europa?
Hace dos meses era imposible, pero ahora es muy imaginable una Merkel dejando su cargo y su posición de “Reina de Europa”, según una de las expresiones con las que se conoce a la canciller alemana en el 'viejo continente'.
Elucubraciones a parte, lo único cierto es que “Merkel sigue siendo la canciller y no va a parar de buscar el modo para encontrar una coalición de Gobierno”, recalca Dempsey, la investigadora en Berlín del Carnegie Europe. “Para ella, formar una coalición de Gobierno es su deber y algo necesario para la estabilidad de Alemania y para que el país mantenga su posición en Europa”, concluye esta experta.