A Emmanuel Macron siempre le ha preocupado la seguridad y privacidad de las conversaciones con su equipo. Durante la campaña electoral que le llevó al Elíseo, ordenó a todo su equipo que usara exclusivamente Telegram para temas de trabajo y planificación. Esta aplicación de mensajería impulsada por el empresario ruso Pavel Durov ofrece más garantías en el cifrado de las conversaciones y opciones como mensajes que se autodestruyen tras ser leídos.
A punto de cumplir un año en el Elíseo, el Gobierno del presidente francés quiere ahora crear su propia herramienta de mensajería encriptada para evitar cualquier fuga de información. El Ministerio para asuntos digitales pretende esquivar así posibles injerencias extranjeras o episodios de filtración como el reciente escándalo de Cambridge Analytica.
Unos 20 funcionarios y autoridades ya están probando esta suerte de Whatsapp de alta seguridad ‘Made in France’. La intención es que esta aplicación, desarrollada por un informático del Estado, sea obligatoria para todos los cargos públicos en el menor tiempo posible, incluso antes de que llegue este verano.
“Necesitamos encontrar una forma para encriptar nuestros mensajes sin que dependamos de herramientas creadas en Estados Unidos o Rusia”, ha reconocido un portavoz del Gobierno galo que alude también a la preocupación que ha despertado el caso de Facebook.
La seguridad de la red social de Mark Zuckerberg está en entredicho desde que se conociera que la información personal de más de 80 millones de usuarios acabó en manos de una consultora política vinculada al entorno de Trump.
Telegram -hasta ahora la opción preferida del presidente galo- tampoco está exenta de polémica. Al margen de ser usada por grupos terroristas como el Estado Islámico, la compañía de mensajería también ha tenido problemas con las autoridades. La semana pasada, el organismo regulador de las telecomunicaciones de Rusia anunció que bloqueaba el acceso a esta aplicación después de que rechazara una petición oficial para entregar las claves de su sistema de cifrado.
Según un asesor muy cercano a Macron consultado por Reuters, el presidente galo quiere además que esta nueva aplicación sea también a prueba de indiscreciones de sus rivales políticos del Gobierno anterior, del que formó parte como ministro de Economía.
Mientras la nueva aplicación -cuyo nombre no ha trascendido- está operativa al cien por cien, Macron y su equipo ya han tomado medidas de preacaución para proteger sus comunicaciones. La firma de seguridad francesa Thales ha venido instalando herramientas en los móviles oficiales que bloquean el uso de Whatsapp y Telegram.