Bruselas

¿Es inevitable un choque de trenes entre las instituciones de la UE y el nuevo Gobierno de Roma? ¿Se convertirá Italia en la nueva Grecia, que estuvo al borde de la quiebra y de salir del euro tras la llegada al poder de la izquierda radical de Syriza? El programa económico de la coalición euroescéptica entre el Movimiento 5 Estrellas y La Liga ha provocado alarma en Bruselas y se ha colado en la agenda del Eurogrupo celebrado este jueves en Bruselas, pese a que no estaba previsto discutirlo. Un plan que prevé una rebaja masiva de impuestos y un aumento del gasto en iniciativas como la renta mínima, en un país cuya deuda pública está en el 132% del PIB, la segunda más alta de la UE, justo por detrás de Grecia.

El nuevo Gobierno italiano es un caso de "política disruptiva", admitía el ministro de Finanzas maltés, Edward Scicluna, a su llegada a la reunión. A su juicio, la llegada de los euroescépticos al poder podría tener un efecto "positivo" sobre las estructuras anquilosadas de la UE, siempre que presenten propuestas concretas para reactivar el crecimiento. "Pero si sólo hablan de gastar y gastar y pedir prestado, entonces desafortunadamente asistiremos a una repetición de Grecia", ha avisado.

"Estoy observando muy de cerca lo que ocurre en Italia y estoy un poco preocupado, por supuesto", reconoce el ministro de Finlandia, Petteri Orpo. "Al mismo tiempo quiero confiar en que los italianos puedan encontrar buenas soluciones y sean responsables en la eurozona porque forman parte de ella", ha agregado. "Mi deseo es que los italianos tengan un Gobierno que genere crecimiento, que haga reformas y que mantengan la disciplina fiscal. No porque lo quiera Bruselas, sino porque es lo que conviene a Italia. Debemos juzgar al nuevo Gobierno por sus actos cuando esté nombrado", ha dicho su homólogo holandés, Wopke Hoekstra.

¿La eurozona como rehén?

Otro de los halcones de la disciplina fiscal, el eslovaco Peter Kazimir, ha avisado del efecto contagio que una crisis en Italia podría tener en el conjunto de la eurozona. "Las señales no son muy buenas para las relaciones con la eurozona. Pero Italia es demasiado importante para nosotros. Espero que el nuevo Gobierno respete las reglas fiscales y no tome a la eurozona como rehén de sus promesas electorales".

Otros miembros del Eurogrupo han preferido aferrarse a las primeras declaraciones sobre la UE del primer ministro designado, Giuseppe Conte, para no caer en el pesimismo. Conte aseguró este miércoles que actuará como "el abogado defensor de los italianos" pero al mismo tiempo es "consciente de que Italia debe confirmar sus obligaciones europeas e internacionales". "La posición proeuropea del futuro primer ministro de Italia es una muy buena señal", ha resaltado el ministro alemán de Finanzas, Olaf Scholz.

"No tenemos ninguna preocupación sobre el nuevo Gobierno italiano. Es un proceso democrático, siempre hay cambios de Gobierno en toda la UE y vamos a seguir trabajando juntos para reforzar la zona euro", sostiene el presidente del Eurogrupo, el portugués Mário Centeno.

Controlar la deuda

También el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, ve positivo que Conte quiera entablar un diálogo con la UE sobre cuestiones como el presupuesto comunitario, la unión bancaria o la reforma del asilo. El Ejecutivo comunitario respeta la "legitimidad democrática" del nuevo Gobierno de Roma y está dispuesto a hablar de forma "constructiva". "Evidentemente tenemos preocupaciones concretas, tangibles, sobre todo la necesidad de controlar la deuda pública italiana, que es elevada", ha admitido Moscovici.

El que ha utilizado un tono más conciliador ha sido el ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire. "Italia es un socio esencial de la eurozona y de Europa. Es un país fundador del proyecto europeo, una de las economías más importantes de la eurozona y la UE. Todos hemos visto positivamente las declaraciones del primer ministro italiano, que se ha comprometido a respetar las reglas europeas. Es una señal positiva. Queremos trabajar con Italia de forma constructiva y juzgaremos las actuaciones", ha señalado.

También el ministro de Economía, Román Escolano, ha resaltado que Italia "es un país profundamente europeísta" y un "socio comercial para España de primera magnitud". Por eso confía en que el nuevo Gobierno participará activamente en debates como la reforma de la eurozona.

En todo caso, Escolano ha aprovechado su visita a Bruselas para presumir de que "España se ve como un ancla de estabilidad, estabilidad reforzada por el presupuesto aprobado ayer [por el miércoles]". El ministro no ha querido valorar el impacto que puede tener la sentencia del caso Gürtel en la imagen de España en Bruselas, y se ha limitado a insistir en que nuestro país genera confianza en la UE por su fuerte crecimiento económico.

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