A las costas europeas no paran de llegar embarcaciones cargadas de inmigrantes. Tras la recogida del Aquarius en el puerto de Valencia, otros dos buques cargados de personas esperan en alta mar que la Unión Europea decida sobre su futuro. El barco Lifeline, de una ONG alemana, recogió a 230 personas, y el buque mercante danés Alexander Maersk lleva a 113.
El primero, que tiene una capacidad para 50 personas, se encuentra cerca de Malta y el danés, frente a las costas italianas de Sicilia. Mientras a los inmigrantes se les acaban los víveres, 16 países celebrarán este domingo una cumbre informal sobre la inmigración en la que se va a intentar buscar puntos de consenso de cara al consejo de los Veintiocho programado en los próximos días.
Los países están divididos. España se alinea con Francia y Alemania, después de la visita de Pedro Sánchez a Macron en el Elíseo donde acordaron la creación en suelo europeo de centros de desembarco cerrados para los inmigrantes, el equivalante a los cíes españoles. Por su parte, la Unión Europea propone que estos centros se abran y gestionen en suelo africano.
La reunión ha sido convocada por Junker, el presidente de la Comisión Europea, a petición de Merkel, que busca aligerar la tensión en su Gobierno de coalición. El líder del ala bávara de su partido y ministro de Interior pide más mano dura con los inmigrantes. Merkel quiere frenar la migración secundaria. Los demandantes de asilo que alcanzan el mediterráneo pasan luego a los países del norte, entre ellos Alemania.
El Lifeline exige "responsabilidad" a la UE
Esta mini cumbre a la que acudirán los líderes de Alemania, Francia, España, Italia, Grecia, Austria, Bulgaria, Malta, Bélgica, Holanda, Croacia, Eslovenia, Dinamarca, Finlandia, Suecia y Luxemburgo ha sufrido el veto de Hungría, República Checa, Eslovaquia y Polonia, que no participarán.
El Gobierno francés ha censurado esta actitud y les ha recordado que no se pueden "aprovechar de las ventajas de la Unión Europea sin respetar los valores fundamentales de solidaridad entre los países europeos", ha señalado el portavoz del Ejecutivo de Macron, Griveaux.
El denominado Grupo de Visegrado decidió excluirse de la cumbre del domingo porque el "diálogo sobre la migración es un tema que concierne al Consejo (Europeo) y no a la Comisión" Europea, la convocante de este encuentro.
Griveaux asumió que la reunión del Consejo Europeo será "difícil" debido a ese boicot y mencionó las propuestas francesas de implantar una autoridad migratoria europea y de reforzar el servicio policial europeo Frontex.
Italia ya ha cerrado los puertos a todas las organizaciones que trabajan en las aguas del Mediterráneo, invitando a que se dirijan a las autoridades de Libia. Desde Malta también se han referido al país africano, pidiendo al barco Lifeline que se aleje hasta las costas libias. Según Muscat, primer ministro de Malta, las 230 personas iban a ser recogidas por Libia.
Este buque ya ha avisado de que le quedan pocas provisiones. Aunque cuenta con bandera Holandesa, las autoridades del país han desmentido que les pertenezca. Desde el barco piden que la cumbre de la Unión Europea "responsabilidad" y una "solución inmediata".