Bruselas

La cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN que comienza este jueves en Bruselas se presenta como una de las más tormentosas que se recuerdan. Durante los últimos días, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no ha parado de tuitear críticas contra la Alianza Atlántica. Con su retórica incendiaria, la presenta como una organización disfuncional concebida por los europeos para estafar a Estados Unidos y beneficiarse gratis del paraguas de seguridad norteamericano. "Los países de la OTAN deben pagar más y EEUU debe pagar menos. ¡Muy injusto!", ha escrito justo antes de embarcar en el Air Force One camino de la capital belga.

Los líderes europeos creen que Trump puede dinamitar la cumbre y provocar daños irreparables a la OTAN, que consideran uno de los pilares de la seguridad y el orden mundial. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, se ha pasado ya al contraataque y acusa al exmagnate inmobiliario de tratar peor a sus socios europeos que a regímenes autoritarios como Rusia o China. "Aprecia a tus aliados, al fin y al cabo no tienes tantos", le ha espetado en un discurso de una dureza sin precedentes.

Incluso el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, que trata de ejercer de árbitro y enfriar el conflicto, admite con los eufemismos del lenguaje diplomático que los debates de Bruselas serán acalorados. "Nuestra cumbre se celebra en un momento en el que algunos cuestionan la fuerza del vínculo transatlántico. Y no me sorprendería si tenemos discusiones intensas, como sobre el gasto en defensa. Las diferencias de opinión son normales entre amigos y aliados", ha dicho. Estas son las principales claves de la cumbre de la OTAN.

1. Trump contra todos

Los aliados europeos temen que reunión de Bruselas será una repetición de la cumbre del G-7 que se celebró en junio en Canadá. Allí, Trump se negó a firmar el comunicado conjunto, se marchó antes de tiempo y acabó insultando al anfitrión, Justin Trudeau. Ahora se reproduce el mismo esquema de enfrentamiento de Trump contra todos. Un choque idéntico al ocurrido en cuestiones como los aranceles de EEUU contra el acero y el aluminio o la retirada de Washington del acuerdo nuclear con Irán o del pacto de París contra el cambio climático. El motivo de la discordia esta vez es el gasto en defensa de los países de la OTAN. Tras años de recortes, aumentó un 5% el año pasado y sumará otros 266.000 millones de dólares de aquí a 2024, ha destacado Stoltenberg. Pero al presidente de EEUU no le importa esta tendencia positiva. "Estados Unidos está gastando muchas veces más que cualquier otro país para protegerles", insiste una y otra vez en Twitter.

2. Merkel, en el punto de mira

Trump reprocha al resto de aliados que no cumplan el objetivo de aumentar su gasto militar hasta el 2% del PIB. Una meta que debe alcanzarse en 2024 y que en todo caso no es obligatoria sino una simple orientación. En 2018, sólo la respetarán 8 de los 29 países de la Alianza: Estados Unidos, Grecia, Estonia, Reino Unido, Rumanía, Polonia, Lituania y Letonia. Trump ha enviado cartas amenazantes a todos los países incumplidores, pero la más dura, según los que las han visto, es la dirigida a la canciller Angela Merkel. Alemania está en el 1,22% y sólo prevé llegar al 1,5% en 2024. "El gasto insuficiente de Alemania en defensa socava la seguridad de la alianza y supone una validación para otros aliados que tampoco prevén cumplir sus compromisos, porque otros le ven a usted como modelo", le ha escrito Trump a Merkel. Entre las represalias que sopesa Washington se encuentra la retirada de los 35.000 soldados estadounidenses estacionados en Alemania.

3. Sánchez se estrena en la OTAN

El nuevo presidente del Gobierno es uno de los receptores de las cartas de Trump. La anterior ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, ya admitió que España no llegará al 2% en 2024 sino que se quedaría en el 1,53%. Tampoco Pedro Sánchez tiene previsto un aumento inminente del gasto militar y así se lo comunicó a Stoltenberg en la reunión que mantuvieron en Moncloa el 3 de julio. Durante la cumbre de la OTAN, Sánchez hará valer otros parámetros en los que España sí obtiene buenos resultados, como la contribución a misiones y operaciones en el extranjero (el 10% del presupuesto) o la inversión en capacidades militares (el 19% del gasto en defensa). El presidente del Gobierno se cruzará por primera vez con Trump en Bruselas aunque no tiene programada ninguna reunión bilateral.

4. La UE y la OTAN, ¿nuevos rivales?

Como respuesta al cuestionamiento por parte de Trump de la OTAN, la UE ha intensificado en los últimos meses sus esfuerzos propios en materia de defensa. Se han lanzado iniciativas como la PESCO; la Iniciativa de Defensa que patrocina el presidente francés, Emmanuel Macron; o la creación de un nuevo fondo de 13.000 millones de euros para inversiones militares transfronterizas. Pero paradójicamente, el activismo de la UE ha generado reticencias y desconfianza no sólo en Estados Unidos sino también en Canadá, que temen un debilitamiento de la Alianza o una "OTAN a dos velocidades". Los líderes europeos contestan que su objetivo no es competir con la Alianza o sustituirla, sino complementarla. Precisamente, la UE y la OTAN han firmado este martes una declaración conjunta en la que se comprometen a reforzar su cooperación en cuestiones como la lucha contra las amenazas híbridas, la ciberseguridad o los ejercicios de defensa.

5. El resto de la agenda, eclipsada por la ira de Trump

En la cumbre de Bruselas, los jefes de Estado y de Gobierno tienen previsto además activar la estrategia 4/30 para 2020: la capacidad de desplegar 30 batallones, 30 escuadrones aéreos y 30 buques de guerra en 30 días para responder con rapidez a cualquier crisis. También crearán dos nuevos centros de mando en Ulm (Alemania) y Norfolk (EEUU). La OTAN acordará aumentar la financiación para su misión en Afganistán y lanzar una operación de entrenamiento en Irak. Finalmente, los aliados aprobarán iniciar las negociaciones para la entrada de Macedonia. Todas estas cuestiones han quedado antes de empezar ya en segundo plano, eclipsadas por los ataques de Trump a la Alianza.