Vino blanco, pescado y una tarta en la que se leía "El equipo gana" sirvieron a Mateo Salvini y 260 miembros de su partido para celebrar una festividad italiana la noche del derrumbe del puente Morandi en Génova.

Horas después del accidente del pasado martes en el que murieron 38 personas, con decenas de desaparecidos, el ministro de Interior italiano celebraba en Messina, Sicilia, el 'Ferragosto', tal y como se aprecia en las imágenes difundidas por Liga Norte en redes sociales, lo que le ha valido críticas y rechazo por hacerlo el mismo día que la tragedia.

"Maravillosa cena" o "junto a mi líder", se puede leer en los mensajes que acompañan las fotos publicadas en las redes sociales por los asistentes a la cena del partido, que concluyeron la velada con una caminata por el paseo marítimo de Mesina.





A las críticas se ha sumado Matteo Orfini, presidente del Partido Democrático: “Los servidores públicos deben llevar a cabo su cometido con disciplina y honor, según la Constitución. Las imágenes de Salvini de celebración en estas horas dramáticas para Génova son una bofetada al dolor de nuestro país y la negación de este principio”.

"Esto es lo que hacía ayer por la noche el ministro del Interior: en Sicilia celebrando mientras en Génova aún cavaban entre los escombros", decía en Twitter Anna Rita Leonardi, diputada del Partido Democrático.

Ese mismo día, Salvini se encontraba en Sicilia realizando un viaje de trabajo y solo se trasladó a Génova al día siguiente, el 15 de agosto, por la tarde, para participar con el primer ministro, Giuseppe Conte, y el ministro de Desarrollo Económico, Luigi Di Maio, en una reunión extraordinaria.



Mientras que Conte acudió a la zona afectada la tarde del siniestro y Di Maio y el ministro de Infraestructuras, Danilo Toninelli, lo hicieron la mañana del 15 de agosto, Salvini no llegó a Génova hasta la tarde del miércoles, ya que aquella mañana visitó el municipio de San Luca, en Calabria, para condenar las acciones de la mafia.

En las redes sociales, los usuarios le han acusado de no suspender de inmediato aquella cena y de estar en "permanente campaña electoral". Salvini, por su parte, ha achacado la polémica a "ataques de la izquierda".

Noticias relacionadas