El hombre que ha robado el material militar el verano pasado en la base militar de Tancos, en Portugal, ya ha sido identificado y detenido por la Policía Judiciaria (PJ) del país. Se trata de un hombre de 45 años, exmilitar, referenciado por las autoridades como traficante de drogas y de armas y que habría contado con la ayuda de la policía para devolver el material que fue encontrado en octubre de 2017, a 20km de las instalaciones de donde había sido sustraído.
Este martes, la PJ ha detenido al supuesto autor del robo, a cuatro agentes de la PJ Militar y a tres agentes de la Guardia Nacional Republicana. Entre los detenidos se encuentra el mismo director de la PJ Militar, cuyo papel en el entramado no está claro.
Al tratarse de un exmilitar, el supuesto autor del robo habrá tenido acceso a informaciones privilegiadas sobre la localización del material y cómo retirarlo de allí. Cuando el caso asumió repercusiones importantes a nivel nacional e internacional se habrá asustado y habrá querido devolver todo el material.
Para ello contactó con excompañeros que le habrían ayudado en el proceso: ellos se llevaban el crédito por haber descubierto el material y, a cambio, ocultaban el autor del robo.
La hipótesis del Ministerio Público, que investiga precisamente cómo fue hallado el material desaparecido, es que los detenidos obraron de forma irregular para facilitar la reaparición del armamento robado y así dificultar las pesquisas que se llevaban a cabo para averiguar el paradero de los objetos sustraídos.
En concreto, los militares podrían haber incurrido en delitos de asociación criminal, prevaricación, falsificación de documentos, tráfico de influencias, abuso de poder o tráfico de armas, entre otros, apunta la Fiscalía en un comunicado.