Diez personas han muerto en un violento incendio declarado esta madrugada en un edificio de ocho plantas en París, en el que también se registraron 31 heridos, uno de gravedad, según ha informado el servicio de bomberos.
El fiscal de Paris, Remy Hetiz, ha afirmado que los investigadores sospechaban que había habido una causa "criminal". Una mujer ha sido detenida como parte de la investigación.
Las llamas, que comenzaron sobre la una de la madrugada (00.00 horas GMT) por motivos que todavía se desconocen, no fueron controladas hasta las 6.30 (5.30 GMT), precisó un portavoz del cuerpo de bomberos.
Agregó que no se descarta que puedan aparecer nuevas víctimas entre los daños causados en el edificio, situado en el oeste de la capital francesa, en particular en las plantas superiores, las últimas en las que se extendió el fuego.
Se trata de un edificio de los años 70, situado cerca del bosque de Bolonia, uno de los pulmones verdes de la ciudad, que quedó devastado, lo que obligó a evacuar otros dos bloques adyacentes como medida de precaución.
Las llamas se declararon del lado de un patio interior del edificio, lo que dificultó las labores de los bomberos para controlarlo.
Muchos vecinos se refugiaron en el tejado del edificio, lo que obligó a los bomberos a complicadas labores de salvamento, mediante el uso de escaleras de mano, poniendo en peligro sus propias vidas, indicó un portavoz del cuerpo, Clement Cognon.
Según indicó a la televisión BFMTV, con este sistema, fueron rescatadas medio centenar de personas.
Aseguró que, de las 15.000 intervenciones al año que efectúan en la capital, "esta se desarrolló con una particular violencia".
El fuego sorprendió a muchos vecinos dormidos, lo que, sumado a la velocidad con la que se propagaron las llamas, puede explicar el elevado número de víctimas.
Unos 250 bomberos trabajaron en la extinción del fuego, cuyas circunstancias están siendo investigadas.
Una explosión de gas en una panadería del centro de la ciudad provocó un importante incendio en el centro de París el pasado 12 de enero, en el que murieron cuatro personas, entre ellos una turista española.