En el tiempo de descuento, los negociadores de la Eurocámara y de los Gobiernos de los Veintiocho han alcanzado este miércoles un acuerdo final sobre la reforma de las reglas de la UE sobre derechos de autor, cuyo objetivo es adaptarlas al entorno digital. Durante los más de dos años que han durado las negociaciones, la reforma ha provocado un duro enfrentamiento entre los creadores por un lado y por otro los activistas de internet y las grandes plataformas digitales como Google o Facebook.
Lobistas de todos los bandos han ejercido una presión sin precedentes sobre los negociadores, con miles de correos electrónicos, llamadas e incluso amenazas de muerte. El texto final del acuerdo todavía debe ser ratificado en las próximas semanas por los Veintiocho y el pleno de la Eurocámara.
"Los europeos tendrán finalmente reglas sobre el copyright modernas y adaptadas a la era digital con beneficios reales para todo el mundo: derechos garantizados para los usuarios, remuneración justa para los creadores y normas claras para las plataformas", se ha felicitado el vicepresidente de la Comisión Andrus Ansip, responsable de Mercado Único Digital. "La libertad de expresión queda garantizada y los usuarios tendrán el poder de recurrir rápidamente cualquier eliminación injustificada de su contenido por parte de las plataformas", sostiene Ansip.
"Esta ley cambiará de forma fundamental internet tal y como lo conocemos si se aprueba en la votación final", ha lamentado Julia Reda, la eurodiputada alemana del Partido Pirata, muy crítica con el texto.
El artículo 13
La principal novedad de la directiva es que refuerza la posición de los titulares de derechos a la hora de negociar y ser remunerados por parte de los gigantes de internet por el uso de sus contenidos. El texto obliga a Google, Facebook o Youtube a supervisar y filtrar los contenidos que los usuarios comparten en ellas. Así lo recoge el controvertido artículo 13. Es decir, deberán utilizar medidas eficaces, como tecnologías de detección automática, para garantizar la localización de las obras protegidas.
Una vez localizadas, los gigantes de internet tendrán que obtener la autorización de los titulares de los derechos o bien bloquear los contenidos si los creadores no quieren darles la licencia. Si no lo hacen así, la directiva les convierte en responsables de infracciones al derecho de autor.
Los creadores ven imprescindible esta reforma para obligar a las tecnológicas a pagar una remuneración justa por los contenidos que ponen a disposición del público a través de sus plataformas.Los críticos sostienen que esta exigencia equivale a una "máquina de censura", que limita la libertad de información y de expresión sin ningún tipo de control judicial y podría acabar incluso con los memes. A Google, esta obligación de filtrar todos los contenidos que suben los usuarios de YouTube le parece excesiva.
Artículo 11
La segunda gran novedad de la reforma es que concede a los editores de prensa el derecho a exigir compensaciones a los agregadores de noticias (como Google News) o a redes sociales como Facebook o Twitter que utilizan extractos de su contenido. Es lo que dice el polémico artículo 11. La UE sigue así los pasos de España y Alemania, aunque en estos dos casos la denominada 'tasa Google' ha fracasado.
Con este nuevo derecho, los editores de prensa podrían aumentar sus ingresos un 10%, según los cálculos de Bruselas. Pero también podrán ceder sus derechos gratis como ha ocurrido en Alemania. En España, el denominado canon de la AEDE (por el acrónimo de la Asociación de Editores de Diarios Españoles) era irrenunciable, lo que llevó a Google News a cerrar su servicio en nuestro país porque se negaba a pagar.
Los críticos con la reforma sostienen que esta 'tasa Google' se convertirá de facto en un impuesto sobre los enlances (linktax). Es decir, impondrá limitaciones a los usuarios para compartir y enlazar contenidos digitales. Google rechaza también pagar por mostrar extractos y amenaza con cerrar su servicio de noticias. Bruselas alega que el nuevo derecho "reconoce el importante papel que los editores de prensa juegan a la hora de invertir y crear contenido periodístico de calidad, que es esencial para el acceso a la información en las sociedades democráticas".