Este domingo se celebran elecciones anticipadas en Grecia convocadas por el primer ministro, Alexis Tsipras. La decisión responde a los malos resultados que su partido, Syriza, tuvo en las elecciones europeas de mayo. En esos comicios, el partido conservador Nueva Democracia (ND) sacó un 10% más que el partido en el Gobierno.
Las encuestas publicadas dan la victoria a Nueva Democracia, liderado por Kyriakos Mitsotakis. Según los sondeos de Politico, el partido conservador sacaría un 39% de los votos y la izquierda de Syriza un 28%. Si las previsiones se cumplen, ND necesitaría buscar apoyos para hacerse con el Gobierno griego.
Tsipras, partidario del Estado protector, defiende en su campaña los derechos laborales, saca pecho de haber reducido el desempleo y de su protección a los ciudadanos con ingresos más bajos y promete un aumento del dividendo para repartir entre todos.
Por su parte, Mitsotakis centra su programa político en la defensa de la empresa privada y la clase media prometiendo reducir los impuestos que tanto les han afectado. Tsipras le acusa de tener intención de realizar despidos masivos en el sector público, lo que el conservador desmiente diciendo que aumentará los puestos en educación y salud.
El líder de Nueva Democracia aspira a modernizar el país y mejorar su imagen, mientras que Tsipras apuesta por su imagen de líder pragmático y responsable con la que ha gobernado Grecia durante el rescate de la Unión Europea.