El primer ministro británico, Boris Johnson, negó este jueves haber "mentido" a la reina Isabel II al solicitar su autorización para proceder a la suspensión del Parlamento, después de que la Justicia escocesa declarara "ilegal" su decisión.
Aconsejada por el líder "tory", la soberana británica refrendó la controvertida decisión de clausurar la actividad parlamentaria desde el pasado martes hasta el 14 de octubre, en un momento crítico en la política nacional por la cercanía con el brexit, el próximo 31 de octubre.
Preguntado hoy durante su participación en un acto marítimo en Londres si "mintió" a Isabel II cuando solicitó ese permiso, respondió tajante: "Absolutamente no".
Johnson afrontó este miércoles un varapalo después de que el Tribunal de Apelación de Escocia considerara "ilegal" su decisión de cerrar ambas cámaras durante cinco semanas.
En su dictamen dado a conocer ayer, esa corte señaló que el líder conservador quebrantó la legalidad y que su decisión estuvo motivada por "el propósito inapropiado de obstaculizar el Parlamento".
"El Tribunal Superior de Londres (que previamente había dado la razón a Johnson en otro caso similar) está de acuerdo con nosotros, pero el Tribunal Supremo -máxima instancia judicial en este país- tendrá que tomar una decisión" el próximo martes, indicó el primer ministro.
Para justificar su decisión, insistió en que es necesario que haya un "discurso de la Reina" -la presentación de la nueva agenda del Gobierno-, "seguir adelante y hacer todo tipo de cosas a nivel nacional".
Agregó que el Parlamento "dispondrá de tiempo tanto antes como después del crucial Consejo (europeo) del 17 y 18 de octubre sobre el acuerdo del brexit".
"Tengo mucha confianza en que vayamos a lograr un acuerdo en ese Consejo crucial. Estamos trabajando mucho. He estado por las capitales europeas hablando con nuestros amigos", explicó.
Con relación a ese dictamen de la justicia escocesa, que el Gobierno de Londres recurrirá ante el Supremo, Johnson dijo que no va a "criticar" a los jueces por ser la judicatura británica "una de las grandes glorias de nuestra constitución" y porque los magistrados son "independientes".
No obstante, recordó que en la demanda similar presentada contra él ante el Tribunal Superior de Londres por la activista anti brexit Gina Miller, la justicia le dio la razón al considerar que su decisión se ajustó a la legalidad.
"Claramente hay dos tipos de puntos de vista legales, el Tribunal Superior de Londres tuvo una opinión muy diferente y el Tribunal Supremo tendrá que pronunciarse en los próximos días, y creo que lo adecuado en el caso de los políticos es dejar que lo hagan",