Sylvie Goulard, durante su examen oral en la Eurocámara este miércoles

Sylvie Goulard, durante su examen oral en la Eurocámara este miércoles Parlamento Europeo

Europa

La candidata de Macron a comisaria, en la cuerda floja por dudas sobre su integridad personal

Sylvie Goulard, subgobernadora del Banco de Francia, suspende el examen oral de la Eurocámara pero tendrá una segunda oportunidad.

3 octubre, 2019 11:43
Bruselas

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En apenas tres días ha habido ya dos caídos y tres heridos de diversa consideración. Los exámenes orales ante la Eurocámara de los candidatos a comisarios del equipo de Ursula von der Leyen están siendo mucho más sangrientos de lo que nadie había pronosticado. El Parlamento Europeo ha decidido exhibir músculo frente a la presidenta electa de la Comisión y frente a los Gobiernos de los 27, una forma de protesta por haber sido marginado en el proceso de renovación de altos cargos de la UE

De momento, la comisión de Asuntos Jurídicos ha tumbado a los comisarios designados por Rumanía y Bulgaria por considerar que tienen conflictos de interés irresolubles que les incapacitan para ejercer el cargo. Los Gobiernos de Bucarest y Budapest tienen que enviar a nuevos candidatos.

Además, la Eurocámara ha cateado a los comisarios designados por Polonia, Janusz Wojciechowski, y por Suecia, Ylva Johansson, porque no se sabían el temario de sus carteras (Agricultura e Interior, respectivamente) pese a haber tenido un mes para prepararlos. Los dos tendrán una segunda oportunidad: otro examen escrito y posiblemente una nueva audiencia pública.

La última víctima de la furia de la Eurocámara ha sido la francesa Sylvie Goulard (Marsella, 54 años), la comisaria designada por el presidente Emmanuel Macron para impulsar su agenda europeísta en Bruselas. Von der Leyen le ha adjudicado la cartera de Mercado Interior, Industria de Defensa y Espacio.

En el caso de Goulard nadie duda de su competencia ni de su compromiso europeo. Ejerció de consejera política de Romano Prodi cuando el italiano era presidente de la Comisión. Fue eurodiputada entre 2009 y 2017 en el grupo liberal ALDE, etapa en la que se ganó la fama de trabajadora incansable y buena comunicadora. Macron la nombró ministra de Defensa pero tuvo que dimitir tras un mes en el cargo y ahora ejerce de subgobernadora del Banco de Francia. 

El suspenso de la Eurocámara a Goulard se debe más bien a las sospechas sobre su integridad personal. Tiene abierta una causa judicial en Francia y otra investigación de la oficina antifraude de la UE (OLAF) por el uso irregular de fondos de la Eurocámara destinados a asistentes. El Parlamento Europeo cerró su expediente después de que Goulard devolviera 45.000 euros. Pero las dudas persisten.

En su examen oral celebrado este miércoles, los eurodiputados le preguntaron reiteradamente por este caso, que fue precisamente el que le obligó a dimitir como ministra de Defensa de Macron.

La doble vara de medir de Macron

¿Por qué no puede ejercer de ministra francesa pero sí de comisaria? "En Francia existe una costumbre según la cual cualquier ministro, a partir del momento en que es procesado, debe dimitir", sostiene Goulard. "En las instituciones europeas no existe esta costumbre", alega. Una doble vara de medir que no ha gustado nada a los eurodiputados. La comisaria designada francesa apela en todo momento a la presunción de inocencia. ¿Dimitirá si al final es condenada? Goulard eludió dar una respuesta clara pero dio a entender que sí.

El otro gran problema que ensombrece el currículum de Goulard es que durante tres años, entre 2013 y 2016, cobró mientras era eurodiputada más de 10.000 euros al mes de un think tank estadounidense, el instituto Berggruen, por labores de consultoría. Ella alega que nunca lo ocultó en su declaración de intereses y, aunque admite que se trata de un salario alto, insiste en que "todo era legal". Pero el tono prepotente que utilizó durante su examen en la Eurocámara tampoco le ha ayudado. Sólo los liberales de Renew le apoyan.

"Hay una sombra de duda sobre la comisaria designada Sylvie Goulard. Con una investigación abierta sobre sus disposiciones financieras por parte de OLAF y de la justicia francesa, no sería oportuno darle un sello de aprobación final hoy. El grupo popular exigirá que responda a más preguntas y una posible segunda audiencia para aclarar los problemas pendientes y tomar una decisión", ha dicho el portavoz del PPE Christian Ehler.

"El nombramiento de Sylvie Goulard plantea muchas cuestiones. En particular, nos preocupa que todavía tenga investigaciones abiertas en Francia y en la OLAF sobre un  posible empleo ficticio de un asistente parlamentario. El caso parece lo suficientemente grave como para haber provocado su dimisión como ministra de Defensa en Francia", apunta la portavoz socialista de Mercado Interior, Christel Schaldemose.

Tanto populares como socialistas le tienen muchas ganas al presidente Macron por haberse cargado el sistema de los Spitzenkandidaten, según el cual el presidente de la Comisión tendría que haber sido alguno de los candidatos presentados por las grandes familias políticas. Pero los jefes de Estado y de Gobierno, liderados por Macron, los descartaron y eligieron en su lugar a Von der Leyen, que nunca había hecho campaña.

Además, el Parlamento ya ha tumbado a un candidato popular (el húngaro László Trócsányi) y a una socialista (Rovana Plumb). Para equilibrar las cosas ahora debería caer un liberal y Goulard parece la candidata escogida. La sangría que está haciendo la Eurocámara con los comisarios designados supone también un importante revés para Von der Leyen, que había dado su visto bueno a todos los candidatos tras entrevistarlos.

No obstante, el 'no' del Parlamento Europeo a Goulard todavía no es definitivo. Deberá responder un nuevo cuestionario escrito y probablemente someterse a un nuevo examen oral. ¿Logrará Macron imponerla pese a todas las dudas que suscita?