"Si controla su arrogancia, pasará", auguraba un alto funcionario europeo minutos antes del inicio de la audiencia de tres horas a la que sometió este lunes la Eurocámara a Josep Borrell, uno de los últimos del equipo de comisarios de Ursula Von der Leyen. Un pronóstico que se cumplió al 100%. El ministro de Exteriores en funciones dominó su temperamento durante las tres horas que duró la comparecencia, exhibió un conocimiento profundo de todos los temas de su cartera y se ganó varias veces el aplauso de los eurodiputados.
La buena actuación de Borrell se ha traducido en un amplio apoyo a su candidatura en el Parlamento Europeo. En una reunión a puerta cerrada este martes, la comisión de Asuntos Exteriores ha dado luz verde a su nombramiento como Alto Representante de la UE para la Política Exterior y de Seguridad Común y vicepresidente de la Comisión Europea, cargo para el que fue designado por los líderes europeos el 2 de julio.
Sólo ha votado contra Borrell Identidad y Democracia, el grupo de ultraderecha de Marine Le Pen y Matteo Salvini, según explican fuentes parlamentarias. Necesitaba una mayoría de dos tercios para ser confirmado. Si no hay tropiezos en el calendario de investidura del colegio de Von der Leyen, empezará a ejercer su nuevo cargo de jefe de la diplomacia de la UE el próximo 1 de noviembre. Momento en el que deberá abandonar el Gobierno de Pedro Sánchez.
La votación final de investidura de la Comisión Von der Leyen en su conjunto está programada para el 23 de octubre en Estrasburgo, pero no está claro que pueda cumplirse el calendario. Los exámenes orales a los candidatos, que concluyen este mismo martes, han sido mucho más sangrientos de lo que nadie había previsto.
La Eurocámara ha tumbado a los comisarios designados por Hungría y Rumanía, para los que todavía no hay sustitutos. La aspirante de Francia está en la cuerda floja, aunque seguramente se le dará la oportunidad de repetir el examen oral. Los candidatos de Polonia y Suecia no pasaron la primera audiencia, pero han aprobado en recuperación.
Un examen fácil
En el caso de Borrell, los parlamentarios le habían puesto un examen fácil. Frente a la dureza que exhibieron contra Sylvie Goulard, la candidata a comisaria del presidente francés, Emmanuel Macron, por las dudas sobre su integridad personal, con Borrell no han querido hacer sangre.
Apenas le han preguntado un par de ocasiones por su episodio más controvertido: la multa de 30.000 euros que le impuso el año pasado la CNMV por abuso de información privilegiada por haber vendido acciones de Abengoa, empresa de la que era consejero, justo antes de que la compañía solicitara preconcurso de acreedores.
"Yo siempre he rechazado que haya hecho uso de información privilegiada", ha dicho a los eurodiputados el ministro de Exteriores, que sólo reconoce que la operación se produjo "en un momento inapropiado". Según su versión, sólo vendió el 7% de su cartera (en realidad de su ex mujer) por valor de 9.000 euros y mantuvo el 93% restante, con lo que acabó perdiendo 300.000 euros. "Si tenía información privilegiada, era un estúpido", ha sostenido.
También ha asegurado que está dispuesto a vender sus acciones en Iberdrola, Bayer o el BBVA si la Eurocámara le pide hacerlo. Y eso pese a que la comisión de Asuntos Jurídicos ha dictaminado que no es necesario. "No creo que sea ningún problema, pero si tanto les preocupa, mañana voy a dar orden de que se vendan", ha señalado Borrell.
La UE debe usar el lenguaje del poder
Los eurodiputados apenas se han ensañado con sus declaraciones más polémicas como ministro de Exteriores. Únicamente le han pedido explicaciones por la ocasión en la que dijo que "Estados Unidos tiene muy poca historia detrás. Nacieron a la independencia prácticamente sin historia, lo único que habían hecho era matar a cuatro indios". "Fue una expresión desafortunada. Quería decir que Estados Unidos de Europa nunca serán como los EEUU porque tenemos una historia de demasiado enfrentamiento entre nosotros", se ha excusado.
El ministro de Exteriores apenas ha dejado un par de preguntas sin contestar. Una de ellas se refería a si Edward Snowden, el ex contratista de la Agencia de Seguridad Nacional que en 2013 filtró documentos secretos sobre vigilancia telefónica y de internet estadounidense, debería recibir asilo político en la UE. Borrell se ha declarado incapaz de responder.
En una intervención inicial muy política, Borrell ha prometido reforzar la política exterior de la UE para poder sobrevivir "en un mundo que ha cambiado dramáticamente para peor, para mucho peor". "No hay certidumbre sobre el papel internacional de Estados Unidos, tenemos nuevas amenazas desde el este (en referencia a Rusia) y China es a la vez un rival sistémico y un socio de cooperación", avisa el futuro jefe de la diplomacia comunitaria.
En ese contexto de inestabilidad global, "la UE debe aprender a usar el lenguaje del poder". "A menudo decimos que el multilateralismo está en nuestro ADN, pero no podemos ser multilaterales solos. Y muchos de nuestros socios se están desentendiendo y otros aplican las reglas de forma selectiva", ha apuntado Borrell. "Si no actuamos juntos, la UE será irrelevante en el nuevo mundo", ha insistido.
El futuro jefe de la diplomacia europea ha apostado por "reiniciar las relaciones con Estados Unidos" y mantener las sanciones contra Rusia pero a la vez abrir canales de diálogo. Además, se ha opuesto a imponer sanciones económicas a Venezuela "que pueden golpear más duramente a un pueblo al borde de la extenuación y la miseria". Y ha defendido que la UE mantenga el contacto con el régimen cubano porque "las medidas de aislamiento ya sabemos que no han conducido a nada".
En un golpe de efecto inesperado, Borrell ha anunciado que su primer viaje cuando sea confirmado como Alto Representante será a Pristina, una capital que nunca ha visitado porque España no reconoce a Kosovo como Estado independiente. "El reconocimiento de Kosovo es una competencia de los Estados miembros. Pero Kosovo y Serbia tienen que llegar a un acuerdo y yo haré todo lo posible para cumplir esa prioridad", ha asegurado.
No hablará de Cataluña
Eso sí, el ministro de Exteriores, al que los independentistas catalanes consideran una bestia negra por desmontar su relato secesionista, ha dicho que en su nueva función ya no se pronunciará en público sobre la situación en Cataluña porque no forma parte de sus competencias. "No voy a decir nada sobre el problema interno de un país, aunque sea el mío", ha alegado. Por lo demás, la campaña que los secesionistas habían anunciado para bloquear a Borrell ha fracasado estrepitosamente: apenas una pregunta sobre Cataluña en las tres horas que ha durado la audiencia en la Eurocámara.
Pese a ello, al PP español no le han gustado nada las evasivas de Borrell sobre la crisis catalana. "Ha sido decepcionante que Borrell haya perdido la oportunidad de defender el Estado de derecho de España en Europa, de defender la unidad de España. No ha querido entrar a valorar nada del tema catalán", se ha quejado la jefa de la delegación, Dolors Montserrat.
Incluso con las dudas de Montserrat, el PP Europeo ha apoyado a Borrell. "No voy a prejuzgar una decisión pero tengo que decir: bien hecho, muy bien", ha dicho el presidente de la comisión de Exteriores, el popular David McAllister, nada más terminar el examen.
"Una conclusión que todo el mundo puede sacar de esta audiencia es que la experiencia se nota", señala el portavoz de los Verdes, Reinhard Bütikofer. "Es una persona solvente", ha afirmado el representante de Ciudadanos, José Ramón Bauzá. Borrell se ha ganado incluso el apoyo de Vox: "Puede tener muchos defectos pero es un hombre cabal", ha dicho de él Hermann Tertsch.