Con 70 años recién cumplidos, la OTAN busca su sitio. La cumbre extraordinaria que ha concluido este miércoles en Londres, concebida como una fiesta de celebración, ha acabado dominada por la tensión y los desacuerdos y ha dejado al descubierto que la Alianza Atlántica atraviesa una profunda crisis de identidad. ¿Qué sentido tiene en el mundo de hoy una organización que fue concebida como un sistema de defensa colectiva frente a la Unión Soviética? ¿Sigue siendo Rusia el enemigo? ¿Puede Europa confiar aún en el paraguas de seguridad de los Estados Unidos de Donald Trump?
El debate sobre estos interrogantes ha quedado eclipsado por los encontronazos entre los principales aliados, que han atraído todos los focos durante la cumbre de Londres. Esta vez el gran agitador ha sido Emmanuel Macron al asegurar en una entrevista que la OTAN se encuentra en estado de "muerte cerebral". Un diagnóstico que ha convertido a Donald Trump por primera vez en defensor acérrimo de la Alianza, a la que en el pasado tachó de "obsoleta". Las palabras del presidente francés son "desagradables", "irresponsables" e "insultantes", aseguró Trump nada más aterrizar en la capital británica.
La tensión entre ambos líderes se disparó a cotas máximas durante una incómoda rueda de prensa conjunta en la que el presidente norteamericano le pidió a Macron en tono sarcástico que se quedara a los yihadistas del Estado Islámico (ISIS) detenidos por EEUU en Siria. "Tenemos una tremenda cantidad de combatientes capturados en Siria bajo llave y candado, principalmente de Europa. ¿Te gustaría tener algunos simpáticos combatientes de ISIS? Yo puedo dártelos. Puedes coger todos los que quieras", dijo Trump. "Seamos serios", le replicó secamente Macron.
Pero lo que más ha indignado al presidente de EEUU es un vídeo en el que se ve a Macron y a los primeros ministros de Canadá, Justin Trudeau, y de Reino Unido, Boris Johnson, burlándose de él por sus ruedas de prensa eternas y llenas de incoherencias sin darse cuenta de que les están filmando. "¿Eso es por lo que llegó tarde?", le pregunta Johnson a Macron. "Llegó tarde porque hace ruedas de prensa de 40 minutos", interrumpe jocoso Trudeau, que añade: "Se podía ver a su equipo boquiabierto". ¿Quiere decir esto que no se toman a Trump en serio?, le han preguntado al primer ministro británico. "En absoluto. Eso es absurdo, no sé de dónde lo sacan", ha contestado.
Lo cierto es que, tras este incidente, el presidente de EEUU se ha marchado precipitadamente de Londres sin dar la tradicional rueda de prensa de fin de cumbre. "Cuando las reuniones de hoy se acaben, me volveré a Washington. No haremos una rueda de prensa al cierre de la OTAN porque ya hemos hecho muchas durante los últimos dos días", ha escrito en su cuenta de Twitter a modo de justificación.
Eso sí, antes de irse ha vuelto a arremeter contra Trudeau, al que ya había calificado de "muy deshonesto y débil" tras el fiasco de la cumbre del G-7 del año pasado en Canadá. "Es un hipócrita", ha dicho Trump de Trudeau. "Me parece un hombre muy agradable pero la verdad es que le he criticado porque no está pagando el 2% y creo que no le ha sentado bien. No está pagando el 2% y debería pagarlo. En Canadá tienen dinero", ha agregado.
Y es que el ex magnate inmobiliario ha aprovechado de nuevo la cumbre de la OTAN para exigir al resto de aliados que cumplan el objetivo de aumentar el gasto militar hasta el 2% del producto interior bruto. De lo contrario, EEUU amenaza con imponer sanciones comerciales. En este capítulo, España se encuentra a la cola entre los 29 Estados miembros. Nuestro país invertirá este año en defensa 11.505 millones de euros, el 0,92% del producto interior bruto. Sólo Luxemburgo registra una cifra inferior (0,56%).
Pedro Sánchez sostiene que el problema es que España no tiene un Gobierno con plenos poderes que pueda aprobar unos nuevos Presupuestos. Su Ejecutivo se compromete a seguir avanzando paulatinamente hasta el objetivo del 2% pese a la coalición con Podemos, que nunca ha escondido sus reservas sobre la OTAN y el gasto militar. El presidente del Gobierno en funciones ha desvelado que ha mantenido un breve encuentro con Trump en Londres. Según su versión, lejos de criticarle, le ha agradecido la "colaboración" entre las fuerzas armadas españolas y las estadounidenses.
El otro gran protagonista de la cumbre de la OTAN ha sido el presidente de Turquía. Recep Tayipp Erdogan ha enfadado al resto de los socios por su intervención militar unilateral en el noreste de Siria; por haber comprado un sistema de defensa aérea al supuesto enemigo, Rusia; y por bloquear durante días los planes de defensa de Polonia y los países bálticos como medida de presión para que la Alianza considere terrorista a la milicia kurda de las Unidades de Protección Popular, que ha luchado contra el Estado Islámico en Siria.
Erdogan ha acabado levantando el veto tras una reunión con Macron, Johnson y la canciller Ángela Merkel. Y gracias al compromiso de que este diálogo de alto nivel entre Ankara y las potencias de la UE continuará a principios de 2020 en territorio turco, según ha desvelado el presidente francés.
Por lo demás, el presidente francés ha vuelto a ser el gran ganador en la cumbre de la OTAN. Ha logrado que el resto de aliados acepten su pretensión de revisar los objetivos estratégicos de la Alianza. Macron pretende reforzar la defensa europea para no depender de los cambios de humor de Trump, normalizar las relaciones con Rusia, que a su juicio ya no debe ser el enemigo y concentrar los esfuerzos en la lucha contra el terrorismo yihadista. Y se jacta de que por primera vez en años la reunión de Londres no se ha centrado exclusivamente en las contribuciones financieras como pide EEUU.
"Como el mundo cambia, la OTAN seguirá cambiando. Hemos acordado hoy iniciar un proceso de reflexión bajo mi liderazgo para reforzar todavía más la dimensión política de la OTAN", ha dicho su secretario general Jens Stoltenberg. Pese a todas las dudas y enfrentamientos, los 29 Estados miembros han reafirmado en Londres su compromiso con el artículo 5, la cláusula de defensa colectiva, que establece que si un miembro es atacado, los demás saldrán en su ayuda. Sólo se ha activado tras los atentados del 11-S en Nueva York y Washington.
Los jefes de Estado y de Gobierno se ha comprometido a poner a disposición de la OTAN 30 batallones, 30 escuadrones aéreos y 30 barcos de combate en un plazo máximo de 30 días para responder a situaciones de urgencia. Además, han declarado el espacio como el quinto dominio operativo de la OTAN, junto con tierra, mar, aire y ciberespacio.
Los socios europeos y Canadá han aumentado su inversión en defensa en 130.000 millones de dólares. Para finales de 2024, esa cifra subirá a 400.000 millones, según Stoltenberg. Finalmente, la Alianza ha acordado un nuevo plan de acción para intensificar sus esfuerzos en la lucha contra el terrorismo yihadista, otra victoria para Macron. Y por primera vez se han ocupado del auge de China y de sus implicaciones para la seguridad, así como de las tecnologías de red 5G.
"Los desacuerdos siempre van a atraer más atención que las cosas que compartimos. Y en cierta forma es así como funcionan nuestras sociedades abiertas, libres y democráticas, así que no me quejo. Es un hecho. Ha habido desacuerdos en la OTAN desde que se fundó. Somos 29 países diferentes de ambos lados del Atlántico, con diferentes historias, diferentes geografías y diferentes partidos políticos en el poder. Así que por supuesto hay diferencias. Cualquier otra cosa sería extraña", se justifica Stoltenberg.
Pero el secretario general prefiere ver el vaso medio lleno y ha cerrado la cumbre con un tono optimista sobre el futuro de la Alianza. "La fuerza de la OTAN es que siempre hemos sido capaces de superar estas diferencias y unirnos alrededor de nuestra tarea central: protegernos y defendernos mutuamente. Y eso es lo que hacemos hoy".