La nueva presidenta de la Comisión, la conservadora alemana Ursula von der Leyen, ha decidido convertir la lucha contra el cambio climático en la prioridad absoluta de su mandato. En un momento en el que los Estados Unidos de Donald Trump se retiran del acuerdo de París y otras potencias como China o Rusia muestran signos de desfallecer, la Unión Europea quiere ocupar una posición de liderazgo en el combate contra el calentamiento global.
Von der Leyen había prometido un Pacto Verde Europeo en sus primeros 100 días, pero ha acelerado los trabajos para dar una señal política fuerte y coincidir con la Cumbre del Clima de Madrid. El plan se presentará el próximo miércoles, apenas semana y media después de su toma de posesión, para que los líderes europeos puedan endosarlo durante el Consejo Europeo del 12 y 13 de diciembre.
La presidenta de la Comisión sostiene que esta iniciativa no sólo ayudará a recortar emisiones sino que servirá también para crear empleo. "Estoy convencida de que el Pacto Verde Europeo no sólo es necesario: es una enorme oportunidad para la UE. Ahora somos líderes. Si lo hacemos bien, si invertimos en investigación e innovación, tecnologías verdes, soluciones sostenibles y nuevos negocios, demostraremos que esto puede ser para la Unión una nueva estrategia de crecimiento", dijo el pasado miércoles tras la primera reunión del nuevo colegio de comisarios.
El entusiasmo de Von der Leyen choca con las dudas de países como Polonia, Hungría y la República Checa, todavía muy dependientes del carbón y que se inquietan por los costes de esta nueva reconversión industrial en crecimiento y puestos de trabajo. En el extremo contrario, las organizaciones ecologistas piden a la UE más ambición. El Pacto Verde Europeo será una especie de 'hoja de ruta' que fijará el calendario de actuaciones para los próximos meses. Estos son sus cinco principales pilares.
1.- Acelerar el recorte de emisiones de CO2
La ambición de Von der Leyen es que Europa se convierta en el primer continente climáticamente neutro del mundo en 2050. Es decir, que el balance entre el CO2 emitido a la atmósfera, principal causante del cambio climático, y el absorbido resulte en un 0% de emisiones. Para llegar a esta meta, el objetivo actual de la UE de recortar las emisiones en un 40% para 2030 no es suficiente. La presidenta de la Comisión propondrá subirlo a entre el 50% y el 55%.
La principal herramienta que Von der Leyen plantea para alcanzar estos objetivos es encarecer el precio del carbono. Una solución que pasa por extender el sistema de comercio de emisiones de la UE para que cubra también al sector marítimo y suprimir progresivamente los permisos gratuitos de los que disfrutan las aerolíneas. El siguiente paso será abarcar además el tráfico y la construcción.
Todas estas medidas se recogerán en lo que la jefa del Ejecutivo comunitario define como la primera ley climática de la UE, que se presentará en marzo de 2020 y que convertirá en "irreversible" el camino hacia la neutralidad climática.
2.- Un fondo de transición de 100.000 millones
"En esta transición, debemos reconocer y respetar que no todos empezamos desde el mismo punto de partida. Todos compartimos la misma ambición pero algunos pueden necesitar más apoyo personalizado que otros para llegar hasta ahí".
Para convencer a los países y regiones más rezagados, en particular los del Este por su dependencia del carbón, Von der Leyen propone crear un fondo de transición cuyo objetivo es movilizar hasta 100.000 millones de euros en inversiones durante el periodo 2021-2027. Un dinero que debe salir del presupuesto de la UE y también del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para animar la iniciativa privada.
3.- Una tasa de carbono en frontera
Se trata de la iniciativa más polémica y probablemente la más difícil de llevar a la práctica. La Unión Europea representa ahora únicamente 9% de las emisiones mundiales. A los dirigentes comunitarios les preocupa que si endurecen los requisitos medioambientales a la industria y el resto del mundo no hace nada, se produzca una deslocalización masiva de empresas. De ahí la idea de un impuesto sobre el carbono en frontera que se incluirá en el Pacto Verde Europeo.
"Si otras partes del mundo no toman medidas, es nuestra obligación en tanto que europeos proteger nuestra industria y nuestra economía frente a una competencia injusta basada en una huella de carbono mucho mayor. Esa es la naturaleza del mecanismo en el que estamos pensando para corregir en frontera si es necesario", ha dicho este jueves el vicepresidente responsable de cambio climático, Frans Timmermans.
Von der Leyen ha asegurado que esta tasa cumplirá las reglas de la Organización Mundial del Comercio y se aplicará en un principio a un número limitado de sectores para ir extendiéndose progresivamente. La ministra de Economía, Nadia Calviño, ha expresado su apoyo a esta medida durante el Ecofin celebrado este jueves en Bruselas.
4.- Convertir el BEI en un banco climático
El BEI se ha adelantado a los deseos de Von der Leyen y en su última reunión del 15 de noviembre decidió convertirse en un banco verde. En 2013 ya puso fin a sus préstamos a proyectos de generación de electricidad a partir de carbón y lignito. Ahora, dejará de financiar las infraestructuras energéticas para gas natural a partir de finales de 2021.
Por lo demás, el banco de la UE se compromete a movilizar 1 billón de euros para inversiones destinadas al clima y la sostenibilidad medioambiental en la década de 2021 a 2030. Además, incrementará progresivamente la cuota de su financiación dedicada a la lucha contra el cambio climático hasta alcanzar el 50% de sus operaciones en 2025.
5.- Una nueva estrategia agrícola y de biodiversidad
El último pilar del Pacto Verde Europeo es una nueva estrategia agrícola y otra de biodiversidad cuyo objetivo último es proteger el entorno natural de la UE. "Debemos preservar el trabajo vital que hacen nuestros agricultores para suministrar a los europeos alimentos nutritivos, asequibles y seguros. Eso es sólo posible si pueden ganarse la vida de forma decente. Vamos a apoyar a nuestros agricultores con una nueva "estrategia del campo a la mesa" de alimentos sostenibles.