Los 73 eurodiputados británicos pierden su puesto de trabajo al final de esta semana. El Parlamento Europeo ha organizado una ceremonia de despedida de perfil bajo para el miércoles a última hora de la tarde, justo después de que se ratifique en el pleno el acuerdo de divorcio entre la UE y Reino Unido. Dispondrán de unos días más de gracia, hasta el 7 de febrero, para vaciar sus despachos en Bruselas y devolver las llaves. El cambio en la composición de la Eurocámara es una de las pocas consecuencias visibles inmediatas del brexit, que tendrá lugar por fin el 31 de enero a medianoche.
De hecho, el 1 de febrero no cambia nada para los ciudadanos o las empresas, ni en la Unión Europea ni en Reino Unido. Comienza un periodo de transición -que durará al menos hasta fin de año- cuyo objetivo es dar más tiempo para un aterrizaje suave y para negociar un nuevo acuerdo entre Bruselas y Londres. La legislación de la UE sigue aplicándose íntegramente en Reino Unido, bajo control del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE). Los británicos permanecen tanto en el mercado único como en la unión aduanera.
La gran diferencia es que Londres dejará de estar representado en las instituciones de la UE. No tendrá ni voz ni voto en la toma de decisiones. Esto apenas se notará en los Consejos de ministros, donde ya hace tiempo que el Gobierno de Boris Johnson no envía a representantes; ni en el Ejecutivo comunitario de Ursula von der Leyen, en el que Londres tampoco ha designado al comisario británico. Pero sí que tendrá un gran impacto en la configuración del Parlamento Europeo.
Con el adiós de Reino Unido, la Eurocámara encoge su tamaño: pasará de 751 a 705 eurodiputados. Del resto de escaños liberados, un total de 46 puestos se reservan para futuras ampliaciones de la Unión, por ejemplo a los países de los Balcanes. Otros 27 se redistribuyen entre los 14 Estados miembros que ahora están ligeramente infrarrepresentandos. España es, junto con Francia, el país que más se beneficia del nuevo reparto, ya que obtendrá 5 eurodiputados adicionales. La delegación española en el Parlamento Europeo pasa a partir del 1 de febrero de 54 a 59 miembros.
Cinco españoles más
La Junta Electoral Central proclamó el pasado 23 de enero a los cinco nuevos representantes españoles según los resultados de las elecciones del 26-M. Se trata de Marcos Ros (PSOE), Margarita de la Pisa (Vox), Gabriel Mato (PP), Adrián Vázquez (Ciudadanos) y Clara Ponsatí (JxCat), huida de la justicia española desde octubre de 2017. Según la sentencia del TJUE sobre el caso de Oriol Junqueras, un eurodiputado adquiere esta condición y goza de inmunidad desde el momento de su proclamación. Pese a ello, la Junta Electoral ha convocado este martes a los cinco en Madrid para acatar la Constitución, el requisito extra que exige la ley española.
¿Cómo afecta el nuevo escenario del brexit al equilibrio de fuerzas en la Eurocámara? Dos son los cambios más destacados: Identidad y Democracia, el grupo de ultraderecha de Matteo Salvini y Marine Le Pen, adelanta a los Verdes como cuarta familia política en el Parlamento Europeo y por lo tanto podrá hablar antes en los plenos. Los dos principales grupos (populares y socialistas) aumentan ligeramente su cuota, mientras que los liberales de Renew bajan también de forma leve.
La otra gran novedad es la enorme caída de los no inscritos, que se explica por la marcha de los 29 eurodiputados del eurófobo Partido del Brexit de Nigel Farage: en esta legislatura no han conseguido formar grupo propio, lo que ha acabado diluyendo su protagonismo en el Parlamento Europeo.
"El resultado es una reducción proporcional que perjudica sobre todo a los liberales y a los verdes, pero que debido a la salida de los eurodiputados de Farage no altera demasiado los equilibrios internos de la Eurocámara", explican fuentes parlamentarias.
Debido a la fragmentación política que dejaron las elecciones del 26-M, populares y socialistas ya no suman mayoría absoluta. Von der Leyen sigue necesitando el apoyo también de los liberales para sacar adelante sus iniciativas. La presidenta de la Comisión ha cortejado además a los verdes, de momento sin resultados.
"Será tan difícil para la Comisión conseguir la mayoría para sus propuestas legislativas como antes, porque a los 353 escaños (el nuevo umbral tras el brexit) sólo llega con el apoyo combinado de populares, socialistas y Renew", apunta un alto funcionario de la Eurocámara.