El líder de la Liga, Matteo Salvini, va a desplegar a su brazo derecho, Giancarlo Giorgetti, como responsable de Exteriores. ¿El objetivo? Tranquilizar a Europa en el caso de que los soberanistas italianos llegaran pronto al poder.
Actualmente la Liga no está en el Gobierno, pero lleva más de un año siendo el primer partido del país en los sondeos. Si a esto se le suma que el actual Ejecutivo transalpino de Giuseppe Conte está en plena crisis política debido al desafío del ex premier Matteo Renzi, la posibilidad de unas elecciones generales anticipadas a lo largo de este año en Italia no es tan improbable. Y en tal caso Salvini quiere tener todo a atado también a nivel de política internacional.
Siempre le ha gustado la sombra, la retaguardia. De pequeño, de hecho, le gustaba jugar como portero de fútbol. Giancarlo Giorgetti, de 53 años, lleva décadas en la política italiana. Es tranquilo, sosegado, fiable. Si Salvini representa el instinto populista y soberanista; Giorgetti es la mente, la moderación, el cálculo.
Mismo 'qué', distinto 'cómo'
La reciente propaganda electoral en Emilia-Romaña, la región más de izquierda de Italia, ha sido muy polémica, no ha llevado a la victoria y ha supuesto la primera gran derrota para Salvini. En todo momento, según la prensa italiana, Giorgetti siempre fue partidario de otro estilo, más moderado en el cómo, aunque el qué se centre siempre en el soberanismo. Parece que el 'capitano leguista' ha querido reconocerle la importancia de un cambio de estrategia, sobre todo a nivel internacional.
Este nuevo rumbo se ha visto reflejado, formalmente, la semana pasada. En una rueda de prensa que Salvini ha protagonizado en la sede de la Asociación de la Prensa Extranjera en Roma, el líder leguista ha querido comparecer junto a su brazo derecho para afirmar que la Liga "no quiere salir ni del euro ni de la Unión Europea", algo que hace pocos días el propio Giorgetti ha vuelto a confirmar en una amplia entrevista en las páginas del diario italiano Corriere della Sera: "Pero no somos los únicos que dicen que hay que cambiar muchas cosas. La época Merkel está a punto de concluir", añadió.
Ha sido escogido por Salvini, según él, "porque tengo experiencia, tengo mis ideas, y la política exterior no puede ser fruto de la improvisación. Hay que ser pragmáticos, porque el mundo está cambiando. Se ha mirado alrededor y [Salvini] ha buscado a alguien que tuviera una imagen fiable.
Esperemos que no se haya equivocado", explica. Entre los mayores éxitos de Salvini, según Giorgetti, destacan su dura gestión del fenómeno migratorio: "La política de firmeza ha dado resultados", opina precisamente cuando Salvini va a ser juzgado por retener a decenas de migrantes a la deriva: "Si Europa ha entendido la lección de que Italia no se la puede dejar sola, entonces se puede y debemos colaborar", asegura.
Putin y Trump, amigos
Uno de los puntos débiles de la Liga a nivel europeo es que no pertenece al grupo de los conservadores, sino al mismo en el que están los extremistas derechistas de Alternativa por Alemania y Le Pen en Francia, ante lo que Giorgetti asegura que "no hay matrimonios indisolubles".
Hasta ahora, Salvini ha hecho mucha amistad no sólo con Donald Trump en Estados Unidos, sino sobre todo con Vladimir Putin en Rusia, algo que no tranquiliza completamente a la Unión Europea (UE).
Sin embargo, Giorgetti no tiene problema en afirmar lo siguiente: "Estoy mejor cuando aterrizo en Londres, nunca he estado en Moscú", mientras que Salvini sí. Y añade: "Siempre hemos sido filo americanos, pero sería justo que también Europa persiguiera sus propios intereses. Si lo hiciera, también Trump nos tomaría más en serio".
El líder soberanista de la Liga italiana está preparando su vuelta al poder, también desde una óptica internacional. Entre junio 2018 y agosto 2019, Salvini, como vicepresidente del Gobierno y socio minoritario del mismo, se ha encargado de aumentar su propaganda con el objetivo de duplicar su consenso.
El pasado agosto, ebrio de éxito político con el 34% en los sondeos, decidió apostar por retirar su apoyo al Gobierno de Conte del que él mismo participaba, con el objetivo de provocar un adelanto electoral. Finalmente, esto no ocurrió ya que el resto de partidos no derechistas decidieron formar un nuevo Ejecutivo, con el mismo 'premier', y así alejar la vuelta a Palazzo Chigi de Salvini. Dando vida, así pues, al Conte bis.
El actual Ejecutivo de Giuseppe Conte, el segundo, no está en su mejor momento. Su coalición, formada por los anti establishment del Movimiento 5 Estrellas (M5E) de Beppe Grillo, los socialistas del Partido Democrático (PD) de Nicola Zingaretti y los centristas liberales de Italia Viva (IV) del ex 'premier' Matteo Renzi; se mantiene en pie básicamente para impedir la vuelta al poder del leguista Matteo Salvini en calidad de primer ministro tras unas hipotéticas elecciones generales. A partir de entonces Salvini convive entre la paciencia para esperar su turno y el deseo de un adelanto electoral.
Los rifirrafes en el seno de la coalición de Gobierno son prácticamente diarios, sin olvidar la delicada situación del Movimiento 5 Estrellas, que actualmente se encuentra sin líder político formal tras las recientes dimisiones de Luigi Di Maio como jefe del partido. A todo esto, por si fuera poco, hay que añadir el boicot que está haciendo Renzi a Conte en relación a la reforma de la prescripción en la Justicia italiana. Conte ya está buscando una alternativa a Italia Viva (IV), pero no está claro que no lo consiga. De abrirse formalmente una crisis institucional, podría haber urnas adelantadas en Italia este otoño.
Últimos sondeos
Atendiendo a la última media de sondeos, la Liga del soberanista Matteo Salvini, aunque pierda puntos de forma muy paulatina, sigue siendo el primer partido del país con el 30% de las preferencias. Dentro del mismo bloque derechista, le sigue Hermanos de Italia (HDI) de la también soberanista Giorgia Meloni, que actualmente recoge una media de 11,5% de consensos según la media de encuestas. Forza Italia, el debilitado partido de centro derecha liberal fundado hace más de 25 años por el ex 'premier' y magnate de la comunicación Silvio Berlusconi, obtendría el 6,3% de votos ante unas hipotéticas elecciones generales adelantadas.
El bloque conservador de mayoría soberanista, así pues, rozaría la mayoría absoluta con el 48%, seis puntos por encima de la actual mayoría de Gobierno.
Hijo y nieto de pescadores, estudios en la conocida universidad Bocconi de Milán, un pasado como experto contable y como alcalde de su pueblo, Cazzago Brabbia, un pueblo de algo más de 800 habitantes. Giancarlo Giorgetti (Varese, 1966) lleva hoy seis legislaturas dentro del Parlamento transalpino. Empezó a tomar relevancia pública en junio de 2018, cuando se formó el primer Gobierno de Giuseppe Conte, en el que será subsecretario a la Presidencia del Consejo de Ministros.
A partir de ese momento, en el que la Liga era el socio de minoría (17%) junto al anti establishment Movimiento 5 Estrellas (32%) fundado por Beppe Grillo, todo fue a mejor para Salvini, que en menos de un año, se intercambió el porcentaje de votos con el M5E en las elecciones europeas de mayo de 2019.
En estos momentos, cuando parece que el segundo Gobierno del premier Giuseppe Conte podría no sobrevivir a la crisis política desatada por el centrista Matteo Renzi para poner los focos sobre sí mismo; la Liga de Matteo Salvini está preparando su terreno internacional en el caso de que haya unas elecciones anticipadas que le puedan ver como ganador y, por tanto, como nuevo primer ministro del país con forma de bota.
Bien es sabido que el jefe leguista centra una buena parte de su fuerza en la propaganda constante, en la calle y en las redes. Pero en la política diaria, oficial, también hay que saber comunicar con otros Estados, especialmente los de la UE. Y en unas relaciones internacionales marcadas por la interdependencia, Italia no puede dialogar sólo a base de propaganda. Por eso Giorgetti, el brazo derecho de Salvini, será el agente destinado a tranquilizar a Europa acerca del hecho de que la Liga, antes o después, podría pronto volver al Gobierno de Italia. No es tan improbable.