Cuando Italia se encontraba ya en una situación de confinamiento total para ralentizar la expansión del coronavirus, en la mayoría de Estados miembros todavía se celebraban grandes eventos y se mantenían abiertos escuelas, bares y restaurantes. Los Gobiernos de la UE han ido adoptando medidas restrictivas diferentes y a un ritmo distinto. Algunos Estados miembros como Holanda apostaron hasta el final por la estrategia de "inmunidad de grupo", que limita al máximo los casos de aislamiento. La consecuencia más visible de este caos ha sido el cierre en cascada de las fronteras internas del espacio Schengen.
Para evitar la repetición de esta cacofonía a la hora de levantar las medidas de aislamiento social, los líderes europeos se comprometieron en su última videocumbre a diseñar una "estrategia de salida coordinada". Se trata de evitar un doble riesgo: que los países que hayan controlado la pandemia sufran rebrotes debido a casos importados de otros Estados miembros; o que el actual cierre de las fronteras se convierta en permanente.
La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, ha creado un equipo asesor de epidemiólogos y virólogos para que le asesoren sobre el Covid-19. Pero la estrategia coordinada de Bruselas sigue sin llegar y algunos Estados miembros empiezan a actuar de forma unilateral. Austria -que decretó el confinamiento el 16 de marzo- y Dinamarca -que empezó el 11 de marzo- serán los dos primeros países de la UE que empiecen a levantar las medidas restrictivas. Lo hará progresivamente a partir de la semana que viene.
Mientras tanto, los expertos de Von der Leyen siguen sin definir los criterios a seguir para poner fin al aislamiento total. Los únicos parámetros que han adelantado es que las medidas restrictivas deben levantarse de forma progresiva y con el orden inverso al que se impusieron. Es decir, que a la vez que se suaviza el confinamiento general deberían reforzarse las cuarentenas de las personas con síntomas, el seguimiento de sus contactos o los bloqueos regionales en las zonas con más contagios.
Los factores cruciales a tener en cuenta deben ser una caída estable en el número de casos nuevos, así como la reducción en el número de casos que requieren cuidados intensivos. Los expertos señalan que hay que tener en cuenta las diferencias entre los Estados miembros y que se requiere un enfoque flexible.
El plan de Austria
En el caso de Austria, el número total de casos de Covid-19 registrados hasta ahora asciende a 11.983 y 204 personas han muerto. "Austria ha reaccionado más rápido y de forma más restrictiva que otros países. Por eso hemos sido capaces de evitar lo peor. Esta circunstancia nos da ahora la oportunidad de salir de esta crisis más rápidamente, pero sólo si continuamos cumpliendo las medidas", asegura Kurz. Los austriacos son los primeros en la UE que han diseñado un plan completo de salida, paso a paso.
La prueba de fuego para levantar las medidas de confinamiento serán las vacaciones de Pascua, según ha dicho el canciller. "Les pido que mantengan las medidas, limiten los contactos sociales, mantengan la distancia y no celebren la Pascua con la familia o con los amigos. Quédense con las personas con las que viven", ha pedido Kurz a sus conciudadanos.
El primer paso del plan de Austria será la apertura a partir del martes 14 de abril de todas las tiendas de hasta 400 metros cuadrados, así como de los centros de bricolage y jardinería. Esto se hará reforzando las medidas de seguridad: uso obligatorio de mascarillas en las tiendas, desinfecciones y un número limitado de clientes por establecimiento. Las mascarillas son también obligatorias en el transporte público, mientras que cada empresa decidirá si sus trabajadores deben o no llevarlas.
Hasta finales de abril se mantienen las restricciones de movimiento de la población: los ciudadanos austriacos sólo podrán salir de casa para ir a trabajar, para ir de compras, para ayudar a otras personas o para hacer deporte.
En una segunda fase, el Gobierno de Viena pretende abrir todas las tiendas, centros comerciales y peluquerías a partir del 1 de mayo, manteniendo también las medidas de protección. El resto de servicios, restaurantes y hoteles sólo podrán reiniciar su actividad de forma gradual y bajo condiciones de seguridad especiales a mediados de mayo como muy pronto. No obstante, la decisión final se reserva a finales de abril, a la espera de cómo evolucione la pandemia.
Finalmente, los colegios permanecerán cerrados también como mínimo hasta mediados de mayo, y sólo a finales de abril se decidirá si es posible reabrirlos este curso. En las universidades ya no se retomarán las clases este semestre, aunque los exámenes y las actividades de investigación se realizarán de forma no presencial.
Dinamarca abrirá las escuelas
La última fase del plan de Viena es la reautorización de los grandes eventos, que no será posible hasta finales de junio. La regulación de las actividades de verano no se decidirá tampoco hasta finales de abril.
El Gobierno danés ha dado muchos menos detalles sobre su estrategia de salida, que además es diferente a la de Viena. A diferencia de Austria, Dinamarca empezará abriendo colegios y guarderías a partir del 15 de abril como primer paso para relajar las restricciones. El objetivo es que los padres puedan recuperar su jornada de trabajo normal.
"Esto será probablemente como andar por la cuerda floja. Si nos quedamos quietos, podríamos caer. Si avanzamos demasiado rápidos, puede salir mal. Por ello, debemos ir paso a paso de forma cautelosa", ha dicho la primera ministra, Mette Frederiksen.
En Dinamarca se han registrado 4.681 casos de coronavirus, con 187 muertes. Durante los últimos días, el número de hospitalizaciones y fallecimientos se ha estabilizado. El resto de medidas restrictivas, incluida la prohibición de reuniones de más de 10 personas, se mantiene al menos hasta el 10 de mayo.
"Si abrimos Dinamarca demasiado rápido, nos arriesgamos a que las infecciones aumenten demasiado bruscamente y que tengamos que cerrar de nuevo", avisa Frederiksen. El riesgo ahora en la UE es que la descoordinación a la hora de salir del confinamiento en los diferentes Estados miembros desemboque en rebrotes de la pandemia en lugares donde ya estaba controlada.