El primer ministro Edouard Philippe ha sido el encargado de explicar al detalle cómo saldrá Francia del confinamiento. El país vecino, que este martes contaba con más de 165.000 casos diagnosticados de coronavirus y más de 23.000 muertos, otorgará una suerte de libertad condicional a sus ciudadanos a partir del próximo 11 de mayo.
La clave de bóveda de la estrategia de desescalada que Philippe ha desgranado en la Asamblea Nacional será un programa de test masivos con un ambicioso objetivo: se realizarán hasta 700.000 pruebas diagnósticas a la semana para permitir "controlar" la pandemia con "seguridad" mientras se reabre la economía de forma gradual.
El elevado número de test que promete Francia no es casual. Según el comité científico que asesora al Gobierno galo, cuando termine el confinamiento los contagios diarios marcarán un promedio de entre "1.000 y 3.000" positivos cada día.
Si cada infectado ha tenido contacto con unas 20 o 25 personas a las que ha podido contagiar, serían necesarias hasta 525.000 pruebas, según las cuentas que el primer ministro ha detallado. A esta cifra le añaden un margen hasta llegar a los 700.000 diagnósticos cada semana para controlar la evolución de la epidemia, aislar a los positivos y "proteger a los más vulnerables".
De esta forma, Francia apuesta por reabrir ya una economía malherida que tendrá que aprender a convivir con el virus hasta que llegue el tratamiento farmacológico eficaz o la ansiada vacuna. Como en nuestro país, la desescalada será "progresiva" y "asimétrica" en función de la evolución de cada territorio del hexágono.
Dos fases y territorios 'rojos' y 'verdes'
En líneas generales, este es el calendario para la reapertura de Francia. Consta de dos etapas: del 11 de mayo al 2 de junio y de esa fecha al verano:
-Los pacientes que den positivo tendrán que aislarse en su casa o en un hotel medicalizado de forma voluntaria, durante al menos 14 días. Si el diagnosticado vive acompañado, también deberán pasar una cuarentena sus familiares o personas con las que convive.
-Se establecerán indicadores a partir del 7 de mayo para categorizar los territorios en verde, donde las restricciones serán menos estrictas y en rojo, donde las medidas de contención serán reforzadas.
-En las ciudades, el transporte público se podrá reanudar el 11 de mayo, pero tendrá que garantizar el cumplimiento de la distancia social. Las mascarillas serán obligatorias.
-Vuelta al cole progresiva: en contra de lo anunciado por Macron, la vuelta a las clases no será tan rápida. El 11 de mayo reabrirán guarderías y los primeros cursos de primaria. Máximo 10 alumnos por aula, con muchas medidas de protección para todos y de forma voluntaria. Sólo tendrán que ir los alumnos cuyos padres no puedan teletrabajar y no pueden dejar a sus hijos con un cuidador. Los primeros cursos de secundaria podrán retomar su actividad con limitaciones desde el 18 de mayo. La decisión sobre el resto de cursos se tomará a finales del mes de mayo.
-Viajes, no más de 100 kilómetros: las limitaciones de movimiento se relajan pero no se podrá viajar muy lejos si no hay "razones familiares o profesionales de peso".
-Parques y jardínes sólo podrán abrir en los departamentos (comunidades autónomas) verdes. Las playas, sin embargo, permanecerán inaccesibles hasta al menos el 1 de junio.
-Bibliotecas y pequeños museos podrán reabrir el 11 de mayo limitando aforo. No así los grandes museos, teatros, cines, salas de conciertos ni centros comerciales.
-Los bares y restaurantes seguirán cerrados. Se tomará una decisión sobre su reapertura a finales de mayo.
-No se podrán realizar grandes manifestaciones, y desde septiembre todas deberán ser autorizadas por las prefecturas. Las reuniones que se celebren en la vía pública o en lugares privados estarán limitadas a 10 personas.
-No habrá ceremonias religiosas antes del 2 de junio. Los cementerios volverán a abrir y las ceremonias funerarias podrán realizarse allí con un límite de 20 personas.