Menos de un mes después de que el asesinato del actor negro Bruno Candé reabriera el debate sobre el racismo en Portugal, una decena de activistas antirracistas del país, entre ellos tres diputadas, han sido amenazados de muerte por parte de un grupo neonazi.
El caso salió a la luz después de que la asociación SOS Racismo denunciara haber recibido un email en el que se da un plazo de 48 horas para que diez personas abandonen el país. El correo electrónico, enviado por el grupo neonazi Nova Ordem de Avis/Resistência Nacional, señala a 10 activistas y les da un plazo de dos días para "rescindir sus funciones políticas y dejar el territorio portugués".
Entre los activistas señalados, se encuentran tres diputadas del Parlamento portugués: Joacine Katar Moreira, elegida en las pasadas elecciones por el Livre, y Mariana Mortágua y Beatriz Gomes Dias del Bloque de Izquierda.
En tono amenazante, el correo sigue advirtiendo de que, en caso de que no se cumpla con sus exigencias, "se tomarán medidas contra estos dirigentes y sus familiares, de forma que se garantice la seguridad del pueblo portugués", y concluye que "agosto será mes de lucha contra los traidores de la nación y sus partidarios".
No es la primera vez que la asociación SOS Racismo recibe amenazas de este tipo. El 6 de agosto había recibido otro correo electrónico en el que Nova Ordem de Avis/Resistência Nacional se presentaba como "una nueva milicia de extrema derecha" con una misión: "Siempre que un nacionalista sea preso, un antirracista será asesinado y siempre que un nacionalista sea asesinado decenas de extranjeros serán asesinados".
El Ministerio Público ya abrió una investigación sobre los hechos y el Gobierno ha ofrecido protección policial a las tres diputadas amenazadas.
Las amenazas surgen en un contexto en el que se ha reabierto el debate sobre el racismo en Portugal. Impulsado por las manifestaciones del Black Lives Matter en Estados Unidos, varios miles de personas salieron a la calle en julio para reivindicar los derechos de las personas negras. Manifestaciones multitudinarias que volvieron a repetirse después del asesinato del actor Bruno Candé.
En respuesta a este movimiento, el partido de extrema derecha Chega convocó una contramanifestación con el lema 'Portugal no es racista'. Pese a que dicha concentración movilizó a poco más de mil personas, alentó el movimiento de grupos de extrema derecha y neonazis que aprovecharon el momento para hacerse escuchar.
El pasado sábado, 8 de agosto, una decena de miembros de estos grupos ultranacionalistas hicieron una manifestación a las puertas de la organización antirracista SOS Racismo. Escondidos detrás de máscaras blancas y empuñando antorchas, se presentaron ante la sede de la organización que calificó la manifestación de "parada al estilo Ku Klux Klan".
Rechazo de las fuerzas políticas
La organización antirracista presentó una denuncia ante el Ministerio Público y los hechos han motivado el rechazo de las principales fuerzas políticas.
"Hay que estar atento a las campañas y escaladas que es fácil hacer en la sociedad portuguesa", ha dicho el presidente del país, Marcelo Rebelo de Sousa, quien ha advertido sobre cómo "la instrumentalización de esos temas se ha usado en otros países para radicalizar la vida política".
La líder del Bloque de Izquierda, Catarina Martins, ha condenado lo sucedido y ha señalado que se trata “de un caso de policía que avergüenza a los que en política han intentado normalizar a criminales”, señalando que se refiere a los que "creen que se puede dialogar con fuerzas que apelan al odio o a la violencia, o que utilizan la intimidación como arma política".
En concreto, la diputada se refiere a Rui Rio, el líder del PSD, principal partido de la oposición, quien no descartó llegar a entendimiento con el partido de extrema derecha portugués que obtuvo un escaño en los pasados comicios. "Creo que Rui Rio no ha entendido lo que estaba ocurriendo en Portugal cuando dijo determinadas cosas en el pasado. No puedo creer que quisiera ser complaciente con el crimen en Portugal", espetó.
En una publicación en Twitter, André Ventura, único diputado del partido de extrema derecha se negaba a condenar los hechos. "Cuando André Ventura y Chega son amenazados (lo que ocurre a todas horas) nadie se alarma. Cuando son estos pobrecitos, todo el mundo llora y grita. ¡País miserable!", escribió.
Desde que llegó al Parlamento, en las pasadas elecciones legislativas de octubre, André Ventura ha aprovechado todas las oportunidades para crispar al país y polarizar las posiciones políticas.