Bruselas

La cumbre presencial de jefes de Estado y de Gobierno de la UE que tenía que haberse celebrado este jueves y viernes en Bruselas se aplaza al menos una semana por el coronavirus. El presidente del Consejo Europeo, el liberal belga Charles Michel, se ha puesto este martes en cuarentena tras conocer que un agente de seguridad con el que mantuvo un contacto próximo ha dado positivo por Covid-19. 

Aunque el último test que el propio Michel se hizo ayer ha dado negativo, su decisión ha sido retrasar la cumbre a los días 1 y 2 de octubre por precaución. Este mismo martes, el presidente del Consejo Europeo había celebrado una videoconferencia con la canciller Angela Merkel y con el presidente turco, Recep Tayipp Erdogan, para preparar la reunión, que tenía las relaciones entre la UE y Turquía como uno de sus platos fuertes. 

"El presidente del Consejo Europeo ha sabido hoy que un agente de seguridad con el que estuvo en estrecho contacto a principios de la semana pasada ha dado positivo por Covid", ha relatado Barend Leyts, el portavoz de Michel, en un hilo de Twitter. 

"El presidente se hace tests de forma regular y dio negativo en la prueba realizada ayer. Siguiendo las reglas de Bélgica, se ha puesto en cuarentena a partir de hoy. Y ha decidido aplazar la reunión especial del Consejo Europeo que estaba prevista para los días 24 y 25 de septiembre hasta el 1 y el 2 de octubre", ha explicado el portavoz.

Pese a la suspensión de la cumbre, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sí viajará este miércoles a Bruselas y mantiene la agenda de reuniones bilaterales previas que había programado en la capital belga con motivo del Consejo Europeo.

Sánchez se reunirá por la mañana con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y a continuación se verá con el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Seguridad, Josep Borrell. Ya por la tarde, el presidente del Gobierno mantendrá sendos encuentros con el comisario de Asuntos Económicos, Paolo Gentiloni, y con la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.

Además de la cuestión de Turquía, en la agenda de la cumbre de esta semana figuraban también las sanciones a Bielorrusia por el fraude en las elecciones de agosto, las relaciones entre la UE y China, y el estado de las negociaciones del brexit.

Los líderes europeos tenían previsto discutir también cómo restablecer un mercado único plenamente operativo tras la crisis del Covid-19, así como el refuerzo de la política industrial de la UE y posibles fórmulas para acelerar la transición digital.

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