La líder de la oposición bielorrusa en el exilio, Svetlana Tijanóvskaya, anunció este domingo una huelga nacional a partir del lunes en el marco del ultimátum que dio al presidente, Alexandr Lukashenko, para que dimitiera antes de esta medianoche, renunciara a la represión y liberara a todos los presos políticos.
"El régimen ha vuelto a demostrar hoy a los bielorrusos que la violencia es lo único que tiene. Pero detonar granadas paralizantes contra personas y debajo de ventanas de hospitales de maternidad no es poder. El régimen no está listo para cumplir las demandas del pueblo. Esto significa que este régimen no es digno del pueblo bielorruso y significa que está perdiendo poder", escribió en Telegram.
"Por tanto, mañana 26 de octubre, se iniciará un paro nacional. Los bielorrusos darán este paso porque su palabra es ley. La ley, de la que intentaron privarnos, pero que definitivamente recuperaremos. Y nuestra principal arma pacífica, la solidaridad, nos ayudará", sostuvo Tijanóvskaya.
Precisamente este domingo más de 100.000 bielorrusos salieron a las calles de Minsk y otras ciudades del país en el undécimo domingo de protestas antigubernamentales y en el llamado "Día del ultimátum del pueblo" al presidente, Alexandr Lukashenko, para que abandone hasta la medianoche el poder y libere a todos los presos políticos.
Vehículos blindados y cañones de agua esperaban en cada esquina a los manifestantes para impedir la marcha. El Palacio de la Independencia, residencia de Lukashenko, estaba fuertemente protegido por fuerzas especiales y vehículos blindados.
La organización de derechos humanos bielorrusa Vesná ha documentado hasta el momento más de 78 arrestos mientras que el Ministerio del Interior ha reconocido el uso de "medios especiales" para suprimir la marcha no autorizada.
El pasado día 13, Tijanóvskaya dio 12 días al mandatario para que presente su dimisión, libere a todos los presos políticos y ponga fin a la represión policial. En el caso de que Lukashenko no abandonara la presidencia tras 26 años en el poder, la oposición llamaría a bloquear las carreteras y a boicotear las tiendas estatales.
De momento, ni las sanciones occidentales a su régimen y a su persona, ni tampoco el premio Sájarov a la libertad de conciencia concedido por el Parlamento Europeo a la oposición o la presión de la calle han conseguido que el presidente se mueva de su postura.
La embajada de EEUU en Minsk emitió el viernes pasado una alerta para sus ciudadanos ante el temor de que pueda haber enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y manifestantes a partir del lunes, y ha recomendado evitar actos masivos y a reunir un "suministro de al menos tres días de alimentos, agua, medicinas y dinero en efectivo".