Bruselas

La videocumbre de líderes europeos que se celebra este jueves volverá a estar protagonizada por el pasaporte de vacunación. España y el resto de países del sur tienen previsto redoblar la presión sobre la UE con el fin de acelerar la puesta en marcha de este certificado común, que consideran imprescindible para salvar la temporada turística veraniega y reactivar la economía tras la crisis de la Covid-19. Alemania, Francia, Holanda y Bélgica siguen bloqueando la inicitiva alegando motivos médicos y éticos.

El resultado es que nadie espera un acuerdo en el Consejo Europeo, que estaba previsto que fuera presencial pero tuvo que cancelarse debido a la tercera ola de la pandemia. La parálisis está provocando una frustración creciente entre los Estados miembros más dependientes del turismo: España, pero también Italia, Portugal, Grecia, Chipre y Malta. "Resulta poco comprensible que la UE no prepare el día después, porque esto es parte de la recuperación económica", se queja un alto diplomático.

"España le da especial importancia al certificado de vacunación. El presidente Pedro Sánchez ya lo apoyó en la anterior videoconferencia del 21 de enero y va a seguir haciéndolo", explican fuentes de Moncloa. "Aunque algunos digan que es muy pronto porque hay muy poco porcentaje de población vacunada, no hay que obstaculizar los avances técnicos para que el día que lo vayamos a usar lo tengamos listo", apuntan.

Sánchez defenderá que el pasaporte de vacunación esté listo como muy tarde para la campaña de verano y que pueda utilizarse para facilitar los viajes internacionales sin necesidad de pruebas PCR ni cuarentenas. La delegación española sostiene que cada vez son más los países que apoyan esta iniciativa: ya no sólo los del sur, sino también Dinamarca, Suecia o Finlandia, que quieren usar los certificados para reiniciar los viajes de negocios o también para acceder a eventos masivos como partidos de fútbol o conciertos.

Acuerdos bilaterales

"No es lógico que en esta enorme crisis nos neguemos los instrumentos a nuestro alcance para mejorar la movilidad", se quejan las fuentes consultadas. 

En contraste, Alemania, Francia y los países del Benelux mantienen sus reservas al pasaporte de su vacunación. Dos son sus argumentos principales. En primer lugar, que todavía se desconoce si las personas vacunadas pueden seguir contagiándose y transmitir el virus. Además, alegan que el debate es "prematuro" puesto que hay muy poca gente vacunada en la UE y escasez de inyecciones. Una circunstancia que dispar el riesgo de discriminación. 

La Comisión de Ursula von der Leyen apoya crear un certificado de vacunación común digital, pero para usos exclusivamente médicos: acreditar que una persona ha sido vacunada. De hecho, los Estados miebros ya han alcanzado un primer acuerdo sobre el formato de este documento. Pero el Ejecutivo comunitario también es escéptico sobre la posibilidad de usar este documento para facilitar viajes. 

"En cualquier caso, una cuestión debe estar clara: estar vacunado no puede convertirse en una precondición para que los ciudadanos europeos puedan ejercer su derecho fundamental al libre movimiento. El libre movimiento debe seguir siendo posible cuando se cumplan los requisitos de pruebas o cuarentenas", dijo este martes el vicepresidente de la Comisión, Maros Sefcovic.

Ante el bloqueo en la UE, Grecia y Chipre ya han firmado acuerdos bilaterales con Israel, el país del mundo con mayor tasa de dosis administradas, con el fin de crear corredores turísticos basados en el pasaporte de vacunación. El Gobierno de Atenas está además negociando con Reino Unido, uno de sus principales mercados turísticos. En Moncloa de momento descartan seguir esta vía porque confían en una solución en la UE a corto plazo.

Los líderes europeos discutirán también cómo aumentar la capacidad de producción de vacunas. La UE sigue muy por detrás de Estados Unidos y Reino Unido en porcentaje de población inmunizada. Y los Veintisiete continúan preocupados por los retrasos en el suministro de las dosis prometidas por los laboratorios con los que han firmado contratos, en particular AstraZeneca

Más vacunas y más rápido

"A todo el mundo le gustaría tener más vacunas y más rápido, pero eso no está ocurriendo. Tenemos dificultades y no sólo en Europa, es un problema mundial. Sigue habiendo dificultades de producción. Vamos a examinar la situación y si hay alguna opción de acelerar o ya estamos haciendo todo lo posible", explica otro diplomático.

Sánchez ha enviado al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, una carta conjunta con Dinamarca, Bélgica, Lituania y Polonia en la que reclama más esfuerzos para aumentar el suministro de vacunas en la UE. "Persisten las dificultades de producción, lo que está provocando grandes retrasos. En combinación con la aparición de nuevas variantes de Covid, esto pone en riesgo nuestra senda a la plena recuperación y la vida normal, avisa la misiva.

El presidente del Gobierno y sus socios reclaman aumentar la financiación de la UE destinada a ayudar a los fabricantes de vacunas a resolver sus problemas, a construir nuevas plantas de producción y a acelerar los esfuerzos en I+D para hacer frente a las nuevas variantes. 

"Febrero está siendo un mes antipático y marzo no será la primavera que llega con una explosión de flores. Se está tardando un poco más de lo que pensábamos", admiten las fuentes consultadas.

No obstante, los Gobiernos de la UE apoyan la compra centralizada realizada por el equipo de Von der Leyen y confían en que a partir del segundo trimestre aumentará la llegada de dosis y la campaña de vacunación alcanzará velocidad de crucero. Se mantiene el objetivo de inmunizar al 70% de población adulta para el verano, lo que permitiría lograr la inmunidad de grupo.

Los líderes también tratarán las restricciones a los viajes. Para evitar la expansión de las nuevas variantes a su territorio, varios Estados miembros han introducido en las últimas semanas controles fronterizos con los países vecinos o incluso con todos los países de la zona Schengen.

De hecho, el martes Bruselas dio un nuevo aviso a Alemania, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Suecia y Hungría por aplicar restricciones en las fronteras que van más allá de las recomendaciones acordadas a nivel europeo y les pidió que respondan en diez días.

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