¿Revolucionará Viktor Orbán el bloque político de la derecha radical en la Eurocámara tras su salida del Partido Popular Europeo? El primer ministro húngaro ha desvelado este viernes que su objetivo es fundar una nueva 'familia' conservadora en la UE para acoger a su partido Fidesz y otras fuerzas políticas que compartan su ideario.
Una doctrina que según ha dicho se basaría en el rechazo a la inmigración, el multiculturalismo y la "locura" LGBT; la defensa de la herencia cristiana europea y la protección de la familia tradicional; y el respeto a la "soberanía" de las naciones frente un supuesto "imperio europeo".
Para llevar a la práctica su proyecto, Orbán ha mantenido en los últimos días conversaciones a múltiples bandas con el partido ultraconservador Ley y Justicia, que gobierna en Polonia; con La Liga del populista de derechas Matteo Salvini; y con la formación de extrema derecha Hermanos de Italia, de Giorgia Meloni. "No tenemos prisa", ha explicado en su entrevista semanal en la emisora pública Kossuth Radio.
"Lo importante es que haya en Europa un hogar político para los que piensan como nosotros. Hay que trabajar por ello y yo pienso que una corriente política como ésta sería una fuerza política importante en Europa", ha asegurado. De momento, Fidesz pasa a los no inscritos, donde están por ejemplo el Movimiento 5 Estrellas o Carles Puigdemont.
El primer ministro húngaro ha explicado que en las últimas horas ha hablado también con el nuevo líder de la CDU de Angela Merkel, Armin Laschet, con el que asegura tener buena sintonía y espera consultar de nuevo en breve. Pero asegura que ha llegado "demasiado tarde". "Los caminos de Fidesz y del PPE se han separado", ha insistido.
El pasado miércoles, Orbán anunció que abandonaba con efecto inmediato el grupo popular europeo en la Eurocámara, la formación de centroderecha a la que está adscrita la CDU de Angela Merkel y Ursula von der Leyen o el PP de Pablo Casado.
Lo hizo mintuos después de que el PPE aprobará un cambio de reglamento que permite suspeder o expulsar a cualquier delegación que no respete sus valores. Una reforma que se había diseñado específicamente para echar a Fidesz por su deriva autoritaria. Pese a la marcha de los 12 eurodiputados húngaros, el grupo popular se mantiene como el más grande de la Eurocámara (175 escaños).
"El PPE se ha convertido finalmente en un apéndice de la izquierda europea. En las cuestiones de la migración, los valores familiares y la soberanía nacional -es decir, las grandes cuestiones de nuestra época-, ya no hay ninguna diferencia entre el PPE y la izquierda europea", sostiene Orbán.
División en la derecha radical
Sin embargo, el primer ministro húngaro no lo va a tener nada fácil en su propósito de crear un nuevo hogar para la la derecha radical europea. Para empezar, en el Parlamento Europeo ya existen dos grupos políticos a la derecha del PPE, enfrentados por rencillas familiares más que por diferencias de fondo.
El más potente ahora mismo -74 escaños- es Independencia y Democracia (ID), dirigido por la Agrupación Nacional de Marine Le Pen y La Liga de Matteo Salvini y en el que también está Alternativa por Alemania. Su programa compartido se basa en la defensa de la tradición cristiana de Europa, la cooperación voluntaria entre naciones soberanas y el rechazo a un superestado europeo, y la limitación de la inmigración.
El otro grupo de derecha radical es el de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR, por sus siglas en inglés), al que están adscritos los polacos de Ley y Justicia, Vox o los nacionalistas flamencos de la N-VA que apoyan a Puigdemont -63 escaños-. En el centro de su doctrina política se encuentran también el refuerzo de las fronteras frente a la inmigración o el respeto de la soberanía y los derechos de los Estados miembros.
"No es fácil integrarse en un grupo ya existente a mitad de la legislatura. Muchas cosas ya se han decidido. Y 12 diputados son muchos diputados y cambian los equilibrios internos. Orbán parece que está estudiando la creación de un nuevo grupo, pero para eso tiene que romper uno o dos de los ya existentes y no es tan fácil", explican a EL ESPAÑOL fuentes parlamentarias.
Para formar un grupo político en la Eurocámara se requiere un mínimo de 23 parlamentarios procedentes de al menos 7 países distintos. Y evidentemente ningún eurodiputado puede pertenecer a más de un grupo.
La alternativa de una fusión entre ID y ECR se reveló como imposible al principio de la legislatura y tampoco ahora parece factible a corto plazo. De hecho, los dos líderes italianos a los que tantea el primer ministro húngaro pertenecen a grupos distintos en la Eurocámara y han adoptado posiciones contrapuestas respecto al Gobierno de Mario Draghi.
Mientras Salvini está en en Identidad y Democracia y apoya a Draghi, Meloni ha hecho bandera de ser la única oposición al expresidente del BCE y es actualmente presidenta del partido de los Conservadores y Reformistas Europeos. Ella es ahora la fuerza de derecha radical ascendente en Italia.
¿El auténtico hogar?
Precisamente, los Conservadores y Reformistas Europeos han sido los primeros en rebelarse contra el intento de Orbán de destruir las actuales alianzas y fundar un nuevo grupo. En un comunicado publicado este viernes en clara respuesta a la entrevista del primer ministro húngro, ECR se ha autodeclarado como "el auténtico hogar de los valores conservadores y el eurorrealismo en el Parlamento Europeo" y ha invitado a Fidesz a adherirse.
"Nuestros valores defienden la familia como piedra angular de la sociedad, la integridad soberana del estado nación, la oposición al federalismo de la UE y un renovado respeto por la auténtica subsidiariedad, así como la libertad individual y una mayor rendición de cuentas democrática. También queremos una inmigración controlada de forma eficaz y poner fin al abuso en los procedimientos de asilo", asegura ECR en un comunicado.
"Siempre hemos estado abiertos a los que comparten nuestros valores y a los que consideran el grupo ECR como un posible hogar político", concluye el comunicado, firmado conjuntamente por Ryszard Legutko, de Ley y Justicia, y Raffaele Fitto, de Hermanos de Italia.
También el líder de Vox, Santiago Abascal, invita a Fidesz a que se sume al grupo ECR. "Viktor Orbán es un ejemplo del rumbo que merece Europa: Defensa de soberanías y fronteras, políticas de familia, respeto a raíces culturales. Es una buena noticia que Hungría mantenga su independencia frente a las presiones globalistas. Entre todos, construiremos una Europa mejor", escribó en Twitter tras conocer su marcha del PPE.