La canciller alemana, Angela Merkel, ha amenazado est domingo con asumir la lucha contra el coronavirus en el país imponiendo el control federal sobre las medidas para frenar el ritmo de contagios, lo que podría abrir la puerta una disputa legal con los estados, con quien no se ha mostrado "contenta" por su falta de aplicación de restricciones.
Tras dar marcha atrás en el bloqueo estricto que en un primer momento se ordenó para Semana Santa tras las críticas, la canciller ha denunciado que los 16 líderes de los estados federales no han cumplido con los compromisos establecidos, y son ellos quienes tienen la autoridad directa de imponer restricciones.
En una entrevista con la cadena de televisión alemana ARD Merkel ha advertido de que "no podemos seguir así", por lo que ha considerado que se encuentran en "un punto de inflexión" y todavía no ha dejado de analizar la situación.
"Nos reunimos cada cuatro semanas y luego seguimos igual que antes", ante lo que ha instado a las autoridades locales a aplicar las medidas aprobadas hasta el momento e imponer toques de queda, así como prohibiciones de contacto y teletrabajo.
Según Merkel, "estamos obligados por ley a contener las infecciones. Ahora mismo, no tenemos contención", por lo que si no se empiezan a adoptar las medidas a nivel federal, "hay que pensar cómo se podría tratar esto a nivel federal de manera uniforme".
Para hacerse con el control de parte de las políticas de salud pública de los estados Merkel usaría la ley de control de enfermedades infecciosas, ha detallado, para "romper la tercera ola".
"Sólo podemos reconstruir la confianza si los gobiernos federales y los estados actúan juntos", ha añadido, tras criticar a dos gobernadores de su confianza y su partido por no aplicar medidas más restrictivas para frenar los contagios.