La Unión Europea se dispone a abrir sus fronteras a los turistas extracomunitarios completamente vacunados contra la Covid-19 de cara a la temporada veraniega. Se trata de una iniciativa pensada para apuntalar la recuperación de la economía europea, especialmente en el sector del turismo, uno de los más golpeados por la pandemia, en particular en los países del sur como España, Italia o Grecia.
La Comisión de Ursula von der Leyen ha propuesto este lunes relajar las vigentes restricciones para los viajes no esenciales desde países de fuera de la UE. Una medida que Bruselas justifica por los progresos de las campañas de vacunación, así como la evolución de la situación epidemiológica en todo el mundo.
La principal novedad que plantea el Ejecutivo comunitario consiste en permitir la entrada a todos los turistas extracomunitarios con la pauta de vacunación completa al menos 14 días antes de su llegada. Esta carta blanca de momento sólo se aplicaría a las inyecciones autorizadas por la EMA: Pfizer-BioNTech, Moderna, AstraZeneca y Janssen. La lista podría no obstante extenderse a otras vacunas reconocidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Eso significa que la iniciativa favorecerá sobre todo a los turistas procedentes de Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Israel o Japón, que están usando las mismas inyecciones que la UE. Sin embargo, los viajeros procedentes de Rusia, China, o un país vecino como Serbia quedarán fuera porque sus vacunas no han sido reconocidas hasta ahora por la EMA.
Bruselas espera que pronto se generalicen en todo el mundo iniciativas como el pasaporte europeo Covid, que sirvan como prueba de vacunación. De hecho, la Comisión está negociando un acuerdo de reconocimiento mutuo con Estados Unidos. A la espera de que se generalicen este tipo de acuerdos entre la UE y otros socios internacinales, serán los Estados miembros los que tendrán la última palabra a la hora de reconocer o no certificados de países extracomunitarios, basándose en su legislación nacional.
"Es el momento de reactivar el turismo y de reavivar las amistades transfronterizas, de forma segura. Proponemos dar la bienvenida nuevamente a los visitantes vacunados y los de los países con buena situación sanitaria", ha escrito Von der Leyen en su cuenta de Twitter. "Pero si surgen variantes, tenemos que actuar con rapidez: proponemos un mecanismo de freno de emergencia de la UE", ha explicado.
Ampliar la lista
El plan de Bruselas incluye efectivamente un freno de seguridad, que permitirá a los Estados miembros actuar de forma rápida y coordinada para restringir de nuevo al mínimo todos los viajes desde países afectados por nuevas variantes más peligrosas o altamente contagiosas.
Para entrar en vigor, la relajación de las restricciones de viaje tiene que ser aprobada ahora por los Gobiernos de la UE. Un acuerdo que no será fácil sobre todo por el caso de Hungría, el único Estado miembro que está usando ahora mismo tanto la vacuna rusa Sputnik V como la china Sinopharm. Pese a todo, Bruselas ve posible algún tipo de compromiso a finales de este mismo mes, de forma que los turistas extracomunitarios vacunados puedan entrar sin problemas en verano.
Tras el estallido de la pandemia el año pasado, la UE cerró por completo sus fronteras exteriores. Desde entonces, sólo ha levantado las restricciones a aquellos países con baja tasa de contagios. Una lista muy reducida en la que ahora mismo sólo figuran Australia, Nueva Zelanda, Ruanda, Singapur, Corea del Sur, Tailandia y también China, pero con reserva de reciprocidad.
Bruselas quiere ahora relajar los criterios para la elaboración de esta lista con el fin de tener en cuenta las crecientes pruebas del impacto positivo de las campañas de vacunación. La propuesta es elevar de 25 a 100 el umbral de inicidencia acumulada en 14 días que se utiliza para considerar un país extracomunitario como seguro. Este límite está todavía muy por debajo de la media actual de la UE, que es de 420.
Con este nuevo umbral, el Ejecutivo comunitario pretende ampliar rápidamente la lista de países cuyos turistas son bienvenidos, independientemente de si están o no vacunados. Eso sí, sin suprimir otros requisitos como la exigencia de una prueba PCR negativa o de una cuarentena. Bruselas quiere que esta lista se revise cada quince días para poder expandirla rápidamente.
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