La recuperación de la pandemia y lograr "un sistema más justo de inmigración" en el Reino Unido son dos asuntos que centraron este martes el llamado Discurso de la Reina, que detalla, de la mano de Isabel II, las prioridades del Ejecutivo británico.
En una ceremonia tradicional, muy marcada este año por las restricciones vigentes por la Covid-19, la jefa del Estado inauguró el nuevo curso legislativo, leyendo desde el trono de la Cámara de los Lores (alta) el programa elaborado por el primer ministro británico conservador, Boris Johnson, que deberá ser debatido y votado por la Cámara de los Comunes.
Al leer el discurso, Isabel II indicó que la "prioridad del Gobierno es llevar a cabo una recuperación nacional de la pandemia que haga al Reino Unido más fuerte, más sano y más próspero que antes".
"Mi Gobierno igualará las oportunidades en todos los lugares del Reino Unido, respaldando los empleos, los negocios y el crecimiento económico, y abordará el impacto de la pandemia en los servicios públicos", dijo.
El Ejecutivo tory "protegerá la salud de la nación, continuando con el programa de vacunación (contra la covid-19) y proporcionando financiación adicional para respaldar al NHS (el servicio público sanitario británico)", según el texto.
Se incluyó también la intención de llevar adelante "propuestas sobre cuidado social", si bien no se anunció ninguna legislación específica en este sentido.
Inmigración y medio ambiente
El Gobierno adelantó sus propuestas para abordar la violencia contra las mujeres y las niñas y apoyar a las víctimas y, en otro asunto de interés, reveló sus planes para "establecer un sistema de inmigración más justo que refuerce las fronteras del Reino Unido y disuada a los delincuentes que facilitan viajes peligrosos e ilegales".
El citado discurso fue más corto de lo habitual -y el más breve desde 2016-, de acuerdo con los medios británicos: 8 minutos y 52 segundos de duración, durante los que se anunció un borrador para un nuevo proyecto de ley sobre seguridad en la red.
Con él, apuntó la reina, el Ejecutivo "liderará el camino sobre la seguridad en internet para todos, especialmente los niños, al tiempo que refuerza los beneficios para una internet libre, abierta y segura".
El Gobierno invertirá en nuevas industrias verdes con las que generar empleos, según este texto de prioridades, entre las que se reitera el compromiso gubernamental para alcanzar emisiones cero de dióxido de carbono para 2050.
Entre otros proyectos, figuró además el de "invertir y mejorar en las infraestructuras nacionales", así como sacar adelante propuestas para transformar la conectividad en la red ferrovial y de autobuses con un proyecto de ley sobre trenes de alta velocidad.
Cambios en la ceremonia
Fue el primer compromiso público oficial de envergadura que la monarca lleva a cabo tras la reciente muerte de su esposo, el duque de Edimburgo, quien falleció el pasado día 9 a los 99 años. La soberana, no obstante, sí ha continuado desde entonces -y tras cumplir con dos semanas de luto- desempeñando otras funciones de más bajo perfil de manera telemática.
Además de las mascarillas y la consabida distancia social a la que obliga el virus, hubo algunos cambios en la manera en que transcurrió el acto de hoy frente a años previos.
En la indumentaria, la reina eligió al vestir un discreto traje en tonos malva, con sombrero a juego, en lugar del pomposo vestido largo blanco de otras ocasiones.
Isabel II, a quien su primogénito, Carlos de Inglaterra, escoltó del brazo hasta el trono, tampoco acudió al Parlamento en la tradicional carroza real -lo hizo en coche- ni se puso la enorme y llamativa Corona Imperial.
Para asistir a la ceremonia, además, todas las personas presentes tuvieron que someterse previamente a una prueba PCR para detectar la presencia de coronavirus.