La velocista bielorrusa Krystina Tsimanouskaya, que rehusó volver a su país por miedo a represalias políticas de su Gobierno, ha obtenido un visado humanitario polaco, informó este lunes el viceministro de Exteriores de Polonia, Marcin Przydacz.
"Krystina Tsimanouskaya, una atleta bielorrusa, ya está en contacto directo con los diplomáticos polacos en Tokio; ha recibido una visa humanitaria", publicó en sus redes sociales Przydacz, pocas horas después de utilizar ese mismo medio para decir que "Polonia está preparada para ayudar" a la deportista.
"Polonia hará todo lo necesario para ayudarla (a Tsimanouskaya) a continuar su carrera deportiva: Polonia siempre es sinónimo de solidaridad", escribió el viceministro de Exteriores polaco en su cuenta de Twitter.
Esta situación ha provocado la primera encrucijada diplomática a la que se enfrentan los anfitriones de los Juegos Olímpicos de Tokio después de que la velocista bielorrusa afirmara que su país hanía intentado "secuestrarla" para llevarla de vuelta.
Krystsina Tsimanouskaya, de 24 años, pidió protección a la policía del aeropuerto tokiota de Haneda cuando miembros del Comité Olímpico bielorruso la llevaron hasta allí en contra de su voluntad para embarcarla en un avión de vuelta a su país, según su testimonio, un acto que la propia deportista calificó de "secuestro".
La atleta, que envió un mensaje en vídeo pidiendo ayuda al Comité Olímpico Internacional (COI) y a Tokio 2020 que ha terminado circulando por las redes, pasó la noche en un hotel del aeropuerto y se encuentra "en un sitio en el que se siente segura y están cuidando de ella", según ha revelado el portavoz del COI Mark Adams.
Los organizadores no quisieron ofrecer más detalles, alegando que el caso está siendo investigado y que están haciendo todo lo posible por conocer sus peticiones y ayudarla al respecto.
La represión de Lukashenko
El Gobierno japonés también está al corriente del incidente, dijo en su rueda de prensa diaria el portavoz gubernamental, Katsunobu Kato, que aseguró que la atleta se encuentra "en una situación segura con la cooperación de las organizaciones pertinentes".
Tsimanouskaya tendría que haber competido este lunes en la prueba de los 200 metros lisos, tras haber participado en los 100 tres días atrás.
La velocista figuraba también en el relevos 4x400 metros del 5 de agosto, una prueba en la que no estaba originalmente previsto que participara y para la que no había entrenado. La joven reflejó su insatisfacción y comentarios críticos con su entrenador en sus redes sociales, lo que ella entiende que fue el detonante del intento de deportación.
La atleta manifestó en un mensaje difundido a través de un grupo de apoyo que temía por su seguridad si volvía a Bielorrusia, donde se ha recrudecido la represión del régimen dirigido por Aleksandr Lukashenko con sus críticos, incluidos deportistas que participaron en las protestas contra su controvertida reelección.
Tsimanouskaya fue una de las atletas que condenó la violencia en la represión estatal de las protestas y expresó su apoyo a las manifestaciones en favor de la democracia. Tanto el presidente Lukashenko como su hijo, Viktor, presidente del Comité Olímpico bielorruso, fueron vetados para asistir a los Juegos de Tokio debido a su actitud hacia los deportistas críticos.
Ofertas de asilo
Las autoridades checas también se habían mostrado dispuestas a ayudar a la velocista, cuya situación tildaron de "escandalosa". La embajada checa en Tokio "está preparada para actuar", expuso el canciller del país, Jakub Kulhánek, en Twitter.
"Krystsina es bienvenida en Eslovenia", publicó por su parte el primer ministro esloveno, Janez Jansa. Y pidió al COI que investigue la gestión del Comité Olímpico de Bielorrusia y se impongan sanciones a los involucrados en el "intento de secuestro" de Tsimanouskaya.
Críticas de Lukashenko
El incidente de Tsimanouskaya, que asegura haberse sentido presionada por su Comité Olímpico Nacional, se produce pocos días después de que el presidente Lukashenko arremetiera duramente contra los deportistas bielorrusos por su rendimiento en Tokio y cuestionara la inversión que el país realiza en ellos.
El mandatario aseguró el pasado 29 de julio que Bielorrusia financia el deporte "más que cualquier otro país" y lamentó no ver resultados.
Bielorrusia ha cosechado hasta el momento dos medallas, un oro en gimnasia, que obtuvo Ivan Litvinovich el 31 de julio, y el bronce de Maxim Nedasekau en salto de altura, en la víspera.
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