El Gobierno francés ha decidido pagar un cheque de 100 euros a los 38 millones de ciudadanos que ganan menos de 2.000 euros netos al mes para compensar el efecto inflacionista de los precios de los carburantes.
Los beneficiarios recibirán ese cheque automáticamente sin tener que hacer ningún trámite a partir de diciembre, afirmó este jueves el primer ministro, Jean Castex, que insistió al presentar esta medida en el canal de televisión TF1 en que se ha querido que fuera "sencilla" y que se pudiera beneficiar también una parte de la clase media.
"Afrontamos una situación excepcional y hay que dar una solución excepcional", subrayó Castex, que justificó este nuevo mecanismo de ayuda para compensar la subida de la energía tres semanas después de haber anunciado un "escudo de tarifas" para limitar el encarecimiento del gas y la electricidad para los consumidores particulares.
En el caso de este cheque de 100 euros, se ha calculado, según el primer ministro, teniendo en cuenta que los franceses recorren de media 14.000 kilómetros al año con su vehículo, y que con el alza que se ha registrado en el precio de la gasolina desde comienzos de enero (9 céntimos) eso significa un sobrecoste de 80 euros.
El cheque lo recibirán todos los que no lleguen a ese umbral de 2.000 euros de ingresos netos mensuales, el salario mediano del país, al margen de que tengan coche o de que lo utilicen poco o mucho.
Se pagará de diferentes formas. A los asalariados les llegará a través de sus empresas. Para los agricultores, los autónomos o los jubilados se utilizarán otros cauces que Castex dijo se precisarán en los próximos días.
El coste para el Estado de esta medida será de 3.800 millones de euros que en parte se compensará con el aumento de los ingresos por el IVA de los combustibles a causa del precio de esos carburantes, estimado en unos 1.000 millones de euros.
El resto tendrá que venir de ahorros en otras partidas de gasto público. Porque como dijo Castex, su Gobierno ha presentado ya la previsión de déficit a Bruselas para 2022, que es del 5% del producto interior bruto (PIB) y "la cumpliremos".
Es decir, que este cheque no aumentará los números rojos de las cuentas públicas.
El pasado 30 de septiembre, Castex había dado a conocer un "escudo de tarifas" para la electricidad y el gas, después de haber aumentado el llamado cheque de energía, que reciben unos seis millones de hogares con bajos recursos. A los 150 euros que recibieron en primavera se añaden ahora 100 euros y tendrán otros 150 la próxima primavera.
Para la electricidad, el jefe del Ejecutivo indicó ese día que los precios limitarán su incremento al 4% en enero. Hay que tener en cuenta que en lo que llevamos de 2021 ha habido dos subidas, una del 1,16% en enero y otra del 0,48 en agosto y eso pese a que en el mercado mayorista los ascensos han sido muy superiores.
Para el gas, después del último aumento que entró e vigor el 1 de octubre (del 12,6% respecto a septiembre), las tarifas para los particulares van a estar congeladas lo que queda de este año y todo 2022. Eso significa que el Estado asumirá los posibles ascensos del gas en los mercados internacionales.