La crisis abierta entre Bielorrusia y Europa ha conocido este jueves un nuevo episodio de tensión cuando Lukashenko amenazó con dejar a la Unión Europa sin gas, cortando el suministro desde Rusia si la UE avanzada con nuevas sanciones. Sin embargo, este viernes, Rusia ha asegurado que continuará suministrando gas a Europa de acuerdo con los contratos firmados.
"Esa declaración no ha sido consensuada (con el presidente Vladímir Putin)", dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa telefónica diaria.
La víspera Lukashenko amenazó a Europa con cerrarle la llave del gas y el tránsito comercial en respuesta a las inminentes sanciones comunitarias contra su régimen. "Nosotros le damos calefacción a Europa y ellos encima nos amenazan con cerrar la frontera. ¿Y si nosotros cerramos la llave de paso del gas natural?", aseguró Lukashenko durante una reunión del Gobierno.
A este respecto, Peskov señaló que Rusia continuará cumpliendo plenamente sus compromisos con los consumidores europeos.
"Putin ya ha dicho que Rusia siempre ha cumplido sus compromisos", insistió y agregó que Bielorrusia, pese a ser un aliado de Rusia, es también un Estado soberano que puede hacer declaraciones independientes.
Lukashenko reaccionó ayer con amenazas al quinto paquete de sanciones que Bruselas prepara para castigar a Minsk por la crisis migratoria en la frontera con Polonia, donde desde el lunes se concentran miles de inmigrantes procedentes de Oriente Medio para cruzar a territorio europeo.
En torno al 20% del gas que el monopolio del gas ruso Gazprom bombea a los consumidores europeos transita por territorio bielorruso. En torno a un tercio lo hace a través de Ucrania y el resto por el gasoducto Nord Stream, volúmenes que aumentarán cuando entre en servicio el Nord Stream 2.