La Covid-19 vuelve a recuperar protagonismo en el mundo, esta vez en el Centro y Este de Europa donde se registran algunas de las cifras más altas de contagios, hospitalizaciones y mortalidad por covid. En esos lugares es donde se registran las tasas más bajas de inmunización de la UE, una situación ante la que varios Gobiernos aplican medidas y restricciones a no vacunados para convencerlos de que lo hagan. Austria ha sido el primero en aplicar un confinamiento parcial únicamente para los no vacunados. 

Desde República Checa hasta Bulgaria, Austria y Rumanía, se han alcanzado en los últimos días máximos absolutos desde que comenzó la pandemia y en algunos países el sistema hospitalario está, una vez más, a punto de colapsar.

Las autoridades sanitarias de países como Austria y República Checa insisten en que la gran mayoría de los nuevos infectados y hospitalizados no están vacunados.

Confinamiento para no vacunados 

En Austria, la reacción del Ejecutivo ante el descontrolado rebrote de casos y hospitalizaciones, aunque aún no de fallecimientos, se centra en presionar para que el 35% de la población que no se ha vacunado lo haga lo antes posible.

El Gobierno austriaco ha aprobado  el confinamiento para las personas que no están vacunadas contra la Covid-19 ni haya pasado la enfermedad. Así lo ha anunciado el canciller austriaco, Alexander Schallenberg. A partir de este lunes, las personas no vacunadas sólo podrán salir de sus viviendas para cierta actividades esenciales: trabajar, estudiar, hacer compras de primera necesidad, vacunarse o ir al médico. Tendrán prohibido ir de compras a tiendas no esenciales, acudir a restauratnes, bares, gimnasios y eventos culturales y deportivos, entre otros.

La medida afectará aproximadamente al 35% de la población del páis, en torno a dos millones de personas. La norma se prolongará, en principio, hasta el 24 de noviembre, según un borrador de la iniciativa adelantado por la agencia de noticias DPA.  

El confinamiento en Austria no supuso en la primera oleada un encierro absoluto, ya que, aparte de ir a trabajar o hacer la compra, también se permitió salir a pasear para cuidar la salud mental.

El canciller federal, Alexander Schallenberg, insistió el pasado viernes en que "la mayoría de la población que se ha protegido" no tiene por qué perder libertades para proteger a quienes no se han vacunado.

A la mezcla de desconfianza hacia las vacunas, presente en otros países de la región, se suma en Austria la campaña antivacunas del partido ultranacionalista FPÖ, con el 18 % de intención de voto.

Esta formación, que gobierna en coalición con los conservadores en Alta Austria, lanza mensajes como que con una combinación de vitaminas, paracetamol e ibuprofeno se puede combatir la covid.

República Checa

En República Checa, donde solo el 57,5% de la población está plenamente inmunizada, el Ministerio de Sanidad ha lanzado una dura campaña en los medios en la que muestra fotos de pacientes reales en situación crítica y de cadáveres siendo introducidos en ataúdes, bajo rótulos como "él pensó que aún tenía tiempo" o "ella no cree en las vacunas".

"Queríamos mostrar la realidad de lo que está ocurriendo en los hospitales a aquellos que están sentados en sus zonas de confort y no ven que estamos en medio de la peor crisis sanitaria en más de un siglo", ha argumentado Adam Vojtech, ministro de Sanidad, ante las críticas y las exigencias de que se retire la campaña.

Sin vacuna ni sueldo 

En Eslovaquia, la presión para aumentar el nivel de vacunación, actualmente en el 42%, ha llegado al Ejecutivo a anunciar que dejarán de cobrar el sueldo los trabajadores que no estén vacunados, no hayan pasado la enfermedad o no tengan un test reciente.

En otros países donde los niveles de contagios han llegado a sus máximos en los últimos días, como Croacia y Bulgaria, las autoridades se resisten aún a tomar medidas más drásticas.

En Bulgaria, que tiene la tasa de mortalidad por la Covid-19 más alta de la UE y que este fin de semana celebra elecciones legislativas y presidenciales, se ha descartado recurrir al confinamiento.

Desde el pasado 21 de octubre sí se exige el certificado Covid, de estar vacunado, sanado o tener un test negativo reciente, para acceder a locales de gastronomía o cultura. Desde entonces, el ritmo de vacunación se ha acelerado, pero sigue estando por debajo del 23% de la población total

En Hungría incluso, se está empezando a tramitar una ley para que la vacunación sea obligatoria para obtener un puesto de trabajo. En estos momentos, las autoridades han puesto en marcha una legislación por la que los empleadores pueden exigir estar vacunado a sus trabajadores. Si estos se niega, les pueden dar de baja sin sueldo.

Rumanía

En Rumanía, el segundo país de la UE con menos tasa de vacunados y el segundo también con más alta mortalidad, desde el 25 de octubre los no vacunados tienen prohibido consumir en bares y restaurantes y no pueden salir de sus domicilios entre las diez de la noche y las cinco de la madrugada del día siguiente.

Esa restricción disparó el ritmo de vacunación a 100.000 personas diarias a finales de octubre, una cifra que se ha reducido a 25.000 durante los últimos días.

Para volver a acelerar la inmunización, el Gobierno rumano espera que el Parlamento apruebe en los próximos días una ley que obligaría a vacunarse a quienes trabajan en instituciones públicas o en empresas privadas con más de 50 empleados presenciales.

Con todo, el número de contagios diarios ha caído desde el máximo de 19.000 registrado el pasado 19 de octubre hasta los 4.800 de las últimas 24 horas.

Alemania

El país dirigido por Angela Merkel lleva días superado su récord de contagios diarios de coronavirus de toda la pandemia. El jueves pasado se registraron 50.000 contagios y el aumento se está empezando a notar en las unidades de cuidados intensivos. La región de Sajonia ahora solo permite entrar a los bares y restaurantes a los vacunados, una prueba negativa no es suficiente. Berlín empieza a hacer lo mismo este lunes. La vacunación en Alemania se ha estancado en el 67,4% de la población inmunizada.

El subdirector del Consejo de Ética, Julian Nida-Rümelin se ha pronunciado a favor de la vacunación obligatoria para "ciertos colectivos". Además, en varios länder del país están dando la posibilidad de vacunarse de una tercera dosis a las personas que recibieron la pauta completa hace más de seis meses.

Países Bajos 

El primer ministro neerlandés, Mark Rutte, anunció el viernes nuevas normas que estarán vigentes durante las tres próximas semanas. La hostelería ahora cierra a las ocho de la tardes, las tiendas no esenciales cierran a las seis y los encuentros deportivos se celebrarán ahora sin público. En Países Bajos la tasa se vacunación está en el 72%

En Países Bajos ya se requiere el pasaporte Covid para acceder al interior de establecimientos. Los aforos también se han reducido. 

Francia

Los casos también han aumentando en Francia durante las últimas semanas. A medidados de octubre los casos diarios se sitúaban entre los 4.000 y 6.000, ahora se han disparado a en torno los 11.000 diarios. El pasado viernes se notificaron 14.646 casos. Los datos siguen lejos aún, sin embargo, de la ola de este pasado verano, cuando los contagios diarios llegaron a los 30.000

El país galo ya exige el pasaporte Covid para acceder a restaurantes y otros lugares públicos. Lo mismo ocurre en Italia, donde, incluso, es necesario para acceder al puesto de trabajo. Además, todos los alumnos franceses de primaria tienen que volver a llevar a partir de este lunes mascarilla en clase.

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