Decenas de personas han acabado detendidas y varias han tenido que ser trasladadas al hospital después de que una marcha antivacunas que ha recorrido las calles de Bruselas haya acabado en disturbios y enfrentamientos con la policía, que ha utilizado cañones de agua y gases lacrimógenos para dispersar a la multitud que se concentraban cerca de la sede de la Comisión Europea.
La manifestación ha concentrado a unas 50.000 personas, según las cifras que ha ofrecido la policía belga. Los participantes han portado pancartas en las que se podían leer consignas como "queremos ser libres de nuevo" o "no al pase Covid esclavo", en referencia a los pasaportes de vacunación requeridos para determinadas actividades en el país.
Las autoridades han indicado que habían detenido a más de 60 personas, mientras que tres agentes y 12 manifestantes han tenido que ser trasladados al hospital para recibir asistencia médica.
Para tratar de que la convocatoria tuviera la máxima repercusión posible, los convocantes habían lanzado llamamientos en redes sociales y organizaron viajes en autobús y en tren hasta la capital belga desde otros países europeos. Durante el recorrido de la manifestación, se han visto banderas alemanas, francesas, neerlandesas, estadounidenses, polacas o rumanas.
El Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha agradecido a la policía su actuación y ha condenado "la destrucción y violencia sin sentido" en un tuit acompañado con una foto en la que aparece al lado de un cristal roto.
Organizada por asociaciones como Manifestación Mundial por la Libertad y Europeos Unidos por la Libertad, se había convocado a los manifestantes a las 11.00 horas en la Estación del Norte de la capital belga para iniciar la marcha una hora más tarde hasta el Parque del Cincuentenario, donde se pronunciaban los discursos de oradores locales e internacionales.
Poco antes de las 15:00 horas, la policía de Bruselas pidió en su perfil de la red social Twitter la disolución de la marcha.
“Es increíble, la afluencia. Pero tengo un doble sentimiento al respecto. Por un lado, estoy feliz de ver tanta gente reunida. Por otro lado, estoy descontento porque esta gente está aquí porque no son escuchados. Hay un gran problema democrático", ha dicho a la agencia de noticias Belga el presidente de Europeos Unidos por la Libertad, Tom Meert.
Antes del inicio de la marcha, junto a la Estación del Norte, la policía registró a los manifestantes y en algunos casos encontró objetos peligrosos que fueron confiscados. También antes del comienzo de la protesta, las fuerzas de seguridad habían detendio a seis personas.
"Estoy enfadada por el chantaje que está haciendo el Gobierno", ha dicho Caroline van Landuyt durante la manifestación. Ella está vacunada, pero sus hijos no quieren inmunizarse y se ven obligados a hacerlo para viajar y prácticar deportes, ha indicado.
Las escenas del domingo en la capital belga recordaron a los disturbios del pasado noviembre, cuando unos 35.000 manifestantes tomaron las calles de Bruselas y también hubo enfrentamientos con la policía.
Durante los últimos fines de semana también han sido habituales las protestas contra las medidas sanitarias en Bruselas, y a menudo han concluido con escenas de violencia.