El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha descartado este domingo la posibilidad de imponer nuevas sanciones a Rusia al entender que ahora mismo, en un momento álgido de la tensión con Rusia sobre Ucrania, no tendrían efecto alguno, aunque ha advertido de que Washington está preparado para actuar en caso de que Moscú aumente su agresividad contra Ucrania.
"El objetivo principal de las sanciones es disuadir la agresión rusa. De tal manera, si las imponemos ahora, perderemos el efecto disuasorio", ha declarado en una entrevista con la cadena CNN, en la que también ha asegurado que si las fuerzas rusas entran en Rusia, esto provocaría una respuesta significativa.
"Si una sola fuerza adicional rusa entra en Ucrania de forma agresiva, se producirá una respuesta ágil, severa y unida por parte de Estados Unidos y de Europa", indicó el jefe de la diplomacia estadounidense, que tiene previsto reunirse con los ministros de Exteriores de la Unión Europea el lunes.
"La decisión es suya y los caminos son claros. La diplomacia, el diálogo, ver si podemos construir una seguridad colectiva que sea buena para todos es claramente el camino preferible, pero estamos preparados para todo", aseguró.
Blinken explicará este lunes a sus homólogos eurpoeos los últimos contactos que este ha mantenido con Rusia. Más en concreto, el que mantuvo el viernes en Ginebra con el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, para abordar el refuerzo militar que lleva a cabo Moscú junto a Ucrania, en el que se comprometió a presentar por escrito una respuesta a las demandas de Rusia para que la OTAN no siga ampliándose cerca de sus fronteras.
El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha asegurado que se está coordinando con Blinken antes y después de las reuniones que el estadounidense está manteniendo con Rusia, así como con otros aliados.
El Kremlin ha negado una y otra vez que tenga planeada una invasión, pero la importante presencia de tropas rusas en la frontera ucraniana, con unos 100.000 efectivos, y las nuevas maniobras militares anunciadas por Moscú para las próximas semanas han acrecentado la preocupación de Estados Unidos y de la OTAN.
La UE quiere dar una oportunidad al diálogo, pero ha sido tajante, al igual que Estados Unidos y el resto de aliados, en que si vuelve a haber una agresión rusa contra Ucrania la reacción será "muy rápida" y "extremadamente clara". Sin embargo, no está previsto que los ministros aborden las medidas restrictivas el lunes, aunque el paquete de sanciones ya estaría preparado.
Mientras tanto, unas 90 toneladas de armas y municiones de Estados Unidos aterrizaron este sábado en el aeropuerto ucraniano de Borispil, a unos 29 kilómetros al este de Kiev, en lo que se trataba de la primera remesa de la ayuda adicional para Ucrania aprobada en diciembre por la Casa Blanca.
La Embajada de Estados Unidos en Ucrania confirmó la llegada del avión aunque no ha especificado exactamente el material que trasladaba más allá de describirlo como "ayuda de carácter letal, incluida munición para los defensores del frente de Ucrania".