Ucrania sigue resistiendo a las "brutales" embestidas del ejército ruso contras sus principales ciudades tras el cuarto día de combates desde que comenzó la invasión de Rusia por tres frentes diferentes. Lo hace incluso contraatacando, contemplando la victoria, pero el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha aceptado sentarse a negociar para intentar acabar con la ofensiva.
Así lo ha confirmado en un comunicado, en el que ha dejado claro que las negociaciones se producirán "sin condicones previas", aunque se celebraran en Bielorrusia, un país al que previamente se había negado a enviar una delegación porque Rusia ha utilizado sus fronterar para introducir parte de su ejército en Ucrania.
La confirmación de este encuentro también ha llegado desde el lado ruso, que según el jefe de la delegación rusa, Vladímir Medinski, ha enviado representantes desde Minsk, donde habían acudido en un inicio, a Gómel, una ciudad más cerca de la frontera con Ucrania.
"La delegación rusa, formada por representantes de los ministerios de Exteriores, Defensa y otras entidades, incluida la Administración presidencial, llegó a Bielorrusia para conversar con los ucranianos. Estamos listos para comenzar las conversaciones en Gómel", ha anunciado el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Mientras, los ataques del ejército ruso no han cesado. En la mañana del domingo las tropas de Putin han entrado en la ciudad de Járkov. Se trata de la segunda ciudad más grande de Ucrania, situada al norte del país, donde ya se han sufrido las primeras pérdidas.
Sin embargo, el gobernador del óblast de Járkov, Oleh Synegubov, ha afirmado horas después que los combatientes ucranianos han conseguido repeler el ataque ruso y tienen la localidad de nuevo bajo control. "Las fuerzas armadas, la policía y las fuerzas de defensa están trabajando y la ciudad ha sido limpiada por completo de enemigos", ha dicho.
Járkov había amanecido por la mañana con el ruido de las explosiones. Sus calles desiertas son testigo del asedio al que se enfrenta la urbe situada al norte, cerca de la frontera con Rusia, en la que sus ciudadanos hablan con normalidad las dos lenguas (ucraniano y ruso).
De igual forma, las Fuerzas Armadas rusas han vuelto a bombardear Kiev durante la noche de este sábado, después una jornada de combates por toda la ciudad. Esta madrugada, en torno a la una aproximadamente, dos potentes explosiones han sacudido Kiev. Y el viceministro del Interior ucraniano ha advertido a la población de que es muy probable que se produzca un ataque aéreo inminente.
A pesar de ello, las fuerzas ucranianas afirman que mantienen sus posiciones y que los combates se libran en "los mismos lugares que hace tres días", según el consejero de la Presidencia de Ucrania Mijaíl Podoliak.
Según fuentes estadounideneses, la mayoría de las más de 150.000 tropas desplegadas por Putin en torno a las fronteras de Ucrania, están ya luchando dentro del país. Sin embargo, los ucranianos resisten, por el momento.
Crece la presión internacional
Mientras, Occidente sigue aumentando la presión sobre Rusia mediante sanciones y el envío de armamento a Ucrania. La Unión Europea ha anunciado este domingo que desbloqueará centenares de millones de euros del presupuesto comunitario para financiar la entrega de armamento letal a Ucrania, según ha anunciado el jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, en una comparecencia conjunta con la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.
Es la primera vez en la historia que la UE financia con su presupuesto la entrega de armas a un país extracomunitario. Y lo hace tras comprobar la brutalidad de la invasión rusa. "La guerra de Putin no sólo es contra Ucrania. Tenemos que entender la gravedad de la situación para los europeos y la seguridad mundial. Putin ha anunciado esta tarde que ha puesto a sus fuerzas nucleares en un nivel alto de alerta", ha argumentado Borrell.
En otro paso sin precedentes, Von der Leyen ha anunciado la prohibición en toda la Unión Europea de "la maquinaria mediática del Kremlin". "Las empresas estatales Rusia Today y Sputnik, así como sus filiales, ya no podrán difundir sus mentiras para justificar la guerra de Putin y sembrar la división en nuestra Unión", ha dicho.