Tazas de té caliente, sopa de pollo y verduras, huevos y salchichas. Son algunos de los alimentos presentes en la frontera de Ucrania por la que refugiados de distintos países intentar alejarse del conflicto tras el ataque de Rusia. Allí se ha desplazado a ayudar y repartir comida la ONG World Central Kitchen del reconocido chef español José Andrés, repartiendo comida para los ucranianos.
A través de Twitter describió la situación en la frontera con Polonia: "Estamos en temperaturas bajo cero esta noche y me encuentro con tantos refugiados, familias que están escapando y no saben qué vendrá a continuación...".
Al texto, le acompañaba un vídeo en el que se podía ver a los refugiados: "Vais a ver que la gente no para de llegar. Tienen frío. Traen con ellos lo que pueden llevar. Escapan de una tragedia", contaba el chef.
"Putin es un matón", aseguró el chef cuando anunció el viernes pasado que se desplazaría a la frontera. En redes sociales se mostró contrario a Vladimir Putin y a la invasión rusa. Allí "duermen numerosas familias", según relató. Su intención es ampliar los esfuerzos "rápidamente para servir a cientos de miles aquí y en Rumanía"
.Su mensaje en Twitter incluía una petición para las democracias del mundo: "¡Es tan triste ver cómo las Democracias del mundo miran hacia el otro lado! Putin es un matón.... y le estamos dejando aniquilar al hermano pequeño... cuando nos callamos y miramos hacia el lado, ¿los malos siempre ganan?".
En otro mensaje, el cocinero añadió que siente que se debería entrar en Ucrania como lo haría Gandhi y sentarse frente a las fuerzas rusas y decirles: "Los amamos. ¡No tienes que hacer esto! Putin no es Rusia".
Su labor no se centra sólo en ayudar a los refugiados. También también está ayudando a los restaurantes locales en las ciudades ucranianas de Odessa y Lviv, donándoles comida. Asegura que repartirá alimentos durante el tiempo que el conflicto tarde en resolverse. Esperan que sea lo menos posible pero están preparados para lo peor.
Hasta 10.000 comidas calientes repartieron el lunes, asevera, desde la ciudad de Ustrzyki Dolne, Nate Mook, el director ejecutivo de la ONG. En declaraciones recogidas por The Washington Post explicó que está previsto que la cifra sea mucho mayor el martes, llegando a 25.000.
Los refugiados se dirigen a Polonia, Rumanía, Moldavia. Y, desde este lunes, también a Hungría. Mook cuenta la historia de un joven de Londres desplazado allí para luchar: "Él nunca había disparado un arma en su vida y decidió que la mejor manera de pelear era servir comidas". "Estamos viendo personas apasionadas por ayudar", añadió.
El chef asturiano fundó en el año 2010 junto a su esposa la ONG World Central Kitchen (WCK) con el objetivo de "utilizar los alimentos para empoderar a las comunidades y fortalecer las economías", y ha sido galardonado por su labor humanitaria con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia en 2021; durante la pandemia del coronavirus repartió más de tres millones de comidas en España y más de 30 millones en Estados Unidos.
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