Bruselas

El brutal ataque militar de Rusia contra Ucrania está acelerando los habitualmente lentos procesos de toma de decisiones en Bruselas hasta alcanzar una velocidad sin precedentes. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha firmado este lunes en Kiev una solicitud formal de adhesión a la Unión Europea. Un paso que cuenta con el apoyo por mayoría aplastante del Parlamento Europeo, pero que genera dudas entre los Estados miembros, que deben apoyarlo por unanimidad.

"Pedimos a la Unión Europea la entrada inmediata de Ucrania bajo un nuevo procedimiento especial", ha reclamado Zelenski en una intervención desde Kiev. "Agradecemos a nuestros socios que estén con nosotros, pero nuestro objetivo es estar con todos los europeos y, más importante, ser iguales. Creo que esto es lo justo. Creo que lo hemos merecido. Creo que es posible", sostiene el presidente ucraniano.

Zelenski cuenta con el apoyo a priori de la Eurocámara. El pleno aprobará este martes durante una sesión de emergencia una resolución en la que reclama a las instituciones comunitarias "que se esfuercen por conceder a Ucrania el estatuto de candidato a la UE". El dictamen, que no es vinculante, cuenta con el apoyo de todos los grupos políticos salvo Identidad y Democracia, la agrupación de extrema derecha en la que figura el partido de Marine Le Pen, la Liga de Matteo Salvini, y Alternativa por Alemania, con vínculos estrechos con el Kremlin.

La resolución de la Eurocámara es una muestra más del apoyo político que la UE presta a Ucrania desde el inicio de la guerra de Vladimir Putin. Un respaldo que también ha expresado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. "Hay muchos temas en los que trabajamos muy de cerca (con Ucrania). Y, de hecho, con el tiempo, nos pertenecen. Son uno de los nuestros y los queremos dentro", dijo Von der Leyen este domingo en una entrevista con Euronews.

Las palabras de la presidenta del Ejecutivo comunitario se han interpretado como una oferta a Kiev de un procedimento de adhesión acelerado. Sin embargo, su portavoz, Eric Mamer, ha matizado este lunes las declaraciones de Von der Leyen y ha sido mucho más cauto. La alemana "ha expresado su punto de vista en tanto que presidenta de la Comisión", pero "hay un procedimiento" y "no es ella la única que decide", ha apuntado el portavoz.

Según se recoge en el artículo 49 del Tratado de la UE, cualquier Estado europeo que respete los valores de la Unión y se comprometa a promoverlos puede solicitar el ingreso como miembro. El Estado solicitante (en este caso Ucrania) dirigirá su petición al Consejo (el órgano que reúne a los Gobiernos de los 27), que debe pronunciarse por unanimidad tras consultar a la Comisión y previa aprobación de la Eurocámara.

El Gobierno de Kiev ya tiene la luz verde del Parlamento Europeo, pero lograr la unanimidad de los Estados miembros será mucho más complejo. "La adhesión es una petición expresada por Ucrania desde hace mucho tiempo. Pero hay diferentes opiniones y sensibilidades dentro de la UE sobre la ampliación", ha admitido este lunes el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en una entrevista al canal francés BFM.

Entre los Estados miembros que apoyan reconocer la candidatura de Kiev se encuentran Bulgaria, República Checa, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Eslovaquia y Eslovenia. Los líderes de estos 8 países han escrito este lunes una carta conjunta en la que sostienen que "Ucrania merece recibir una perspectiva inmediata de entrada en la UE".

"Por ello, pedimos a los Estados miembros de la UE que consoliden el mayor apoyo político a Ucrania y permitan a las instituciones comunitarias que den los pasos necesarios para otorgar inmediatamente a Ucrania el estatus de país candidato a la UE y abrir el proceso de negociaciones. En este momento crítico, reiteramos nuestra plena solidaridad con Ucrania y su gente", señala la breve misiva.

Entre los países escépticos con reconocer la candidatura de Kiev se encuentra Holanda. Su primer ministro, Mark Rutte, ha dicho este lunes en un debate en su Parlamento que "no tiene sentido hablar de adhesión plena" de Ucrania a la UE en este momento. Se trata de un debate que "no va a ayudar a resolver el conflicto" con Rusia, y además es un proceso "complicado" y a "muy largo plazo", ha alegado. Los holandeses rechazaron el Acuerdo de Asociación con Ucrania en referéndum en 2016 y Rutte obtuvo entonces garantías de sus socios de que este pacto no conduciría auntomáticamente a la adhesión.

También el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha enfriado la posibilidad de una adhesión acelerada de Kiev. En una entrevista en RTVE, Sánchez ha resaltado que el proceso es "largo" porque Ucrania debe cumplir un amplio número de "requisitos" y "reformas", por lo que ha descartado que se produzca de forma inmediata. Aún así, Sánchez admite que es "un debate que se va a dar", ya que Ucrania tiene "clara vocación europea" y ya existe una "asociación estratégica" con la Unión Europea.

Incluso aunque la UE otorgue a Ucrania el estatus de país candidato a la adhesión, las negociaciones de entrada durarán años, si no décadas. El Gobierno de Kiev tiene que negociar con Bruselas un total de 35 capítulos para garantizar que su legislación se ajusta al acervo comunitario y que respeta los valores democráticos europeos. Algo que preocupa a muchos Estados miembros, que sostienen que en las últimas ampliaciones se dejó entrar a países que aún no estaban preparados, lo que luego ha complicado el funcionamiento de la UE.

Por eso, desde la entrada de Rumanía y Bulgaria en 2007 y de Croacia en 2013, la ampliación de la UE está en la práctica paralizada. Por ejemplo, Turquía fue declarado país candidato para entrar en la UE en diciembre de 1999 y no tiene ninguna perspectiva de adhesión a corto plazo. Al contrario, los últimos informes de Bruselas señalan que se está alejando de los estándares europeos. 

Tampoco los países de los Balcanes tienen todavía fecha de acceso a la Unión Europea, pese a que Macedonia del Norte es candidata desde 2005, Montenegro desde diciembre de 2008, Serbia desde diciembre de 2009 y Albania desde junio de 2014.

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