Miles de trabajadores y residentes de la ciudad de Energodar (en el sur de Ucrania) han bloqueado la carretera de acceso a la planta nuclear ante el avance de las tropas rusas, según informan medios internacionales. En Energodar se encuentra la central nuclear de Zaporiyia, la mayor de Europa y la tercera del mundo.
Esta planta nuclear genera alrededor de la mitad de la energía eléctrica del país y más de una quinta parte del total de la energía que genera Ucrania.
Vídeos colgados en la página de Facebook de las autoridades locales y otras grabaciones difundidas a través de Twitter muestran a miles de personas portando banderas ucranianas y levantando barricadas en la carretera para impedir el avance ruso.
Han utilizado incluso camiones de basura para levantar las barricadas.
Dmytro Orlov, alcalde de Energodar, ha escrito en Facebook: "Quiero transimitir que nuestra ciudad y sus habitantes (y la planta nuclear de Zaporiyia) están a salvo, los trabajadores y habitantes de Energodar están bajo dominio ucraniano".
"Todos los servicios municipales se encuentran en estado de alerta. Nadie va a conseguir que la ciudad se rinda. La gente está comprometida", añadió Orlov.
Rusia había informado al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) de que sus fuerzas militares se habían hecho con el control del territorio donde está situada la planta nuclear de Zaporiyia, según indicó el director general de este organismo, Rafael Mariano Grossi.
Sin embargo, las imágenes difundidas a través de las redes sociales parecen demostrar lo contrario. La ciudad de Energodar sigue bajo control ucraniano y sus ciudadanos están dispuestos a defenderla cueste lo que cueste.
El pasado sábado Oleksiy Arestóvych, asesor de la Oficina del presidente ucraniano, reconocía "que hay un problema" en la dirección de Energodar-Zaporiyia, donde la unidad avanzada del enemigo se está moviendo.
"Somos conscientes de ello y estamos trabajando en ello", aseguró entonces. De esta forma se explica la movilización 'pacífica' de la ciudadanía para frenar el avance de Rusia. Estas imágenes vienen a demostrar la resistencia del pueblo ucraniano, dispuesto a defenderse de la invasión ordenada por Putin el pasado 24 de febrero.
El Ministerio de Defensa de Rusia ha admitido este miércoles la muerte de 498 soldados rusos en la guerra que lanzó hace siete días contra Ucrania, además de 1.597 militares heridos. La información, la primera desde que comenzó la guerra, la proporcionó el portavoz de Defensa ruso, Igor Konashenkov, en un comunicado.
Situación en Jersón
La situación en Jersón es bien distinta. Los soldados rusos han tomado totalmente con militares y vehículos blindados pesados la ciudad, también situada en el sur de Ucrania, y roban comida en las tiendas, relató este miércoles a Efe una vecina de la urbe, que dijo tener "miedo" y estar "muy nerviosa" por la ocupación.
"Por la noche vi desde mi ventana cómo los soldados rusos saqueaban las tiendas y se llevaban la comida. ¡Ladrones!", comentó por teléfono una residente de Jersón de 68 años que prefirió guardar el anonimato.
El Ministerio ruso de Defensa informó horas antes de que sus tropas se habían hecho con el control de la ciudad de cerca de 300.000 habitantes situada junto al río Dniéper y a orillas del mar Negro.
Según la testigo, música de profesión, su barrio "está totalmente ocupado por militares rusos y blindados pesados".
"Los militares rusos quitaron las banderas ucranianas de los edificios gubernamentales en la Plaza de la Libertad, pero los habitantes de la ciudad las levantaron, no se asustaron y comenzaron a ondearlas frente a ellos", afirmó.
La testigo, que vive en las cercanías de la plaza, afirma que "hay transportes blindados rusos en todas las esquinas, de dos en dos". "Se trata de muchos ocupantes rusos, los veo desde la ventana y veo también mucho equipamiento militar", indicó a Efe.
"Tenemos miedo. Mi marido y mi hermano son ancianos. Todos en Jersón necesitamos ayuda: medicinas, alimentos. En casa nos quedan dos hogazas de pan y otros alimentos que logramos comprar", relata.
También contó que un anciano "se acostó en la calle, en un intento de impedir el paso de un blindado. Un soldado ruso salió del vehículo, golpeó varias veces al hombre y lo echó a un lado". "El blindado siguió adelante y el hombre, con el rostro ensangrentado, se fue dando tumbos", comentó.
Y enseguida dice nerviosa: "Escucho cerca explosiones". "Allá abajo acaba de pasar un blindado ruso. Mejor me separo de la ventana, porque tengo miedo", dice, y cuelga el móvil.