El primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, ha criticado con dureza a Francia y a Alemania por no endurecer las sanciones contra Rusia, "un estado fascista totalitario" que comete "genocidios" en Ucrania. En rueda de prensa este lunes en Varsovia, el mandatario ha apremiado a dar "un paso audaz y radical" para abandonar la importación de el gas y petróleo rusos, así como para confiscar los bienes tanto del país como de sus oligarcas.
Morawiecki ha querido así desmarcarse de sus socios para afear lo que él considera lentitud y falta de contundencia, con mensajes muy afilados tanto hacia Emmanuel Macron como a Olaf Scholz, si bien su acusación hacia Alemania se dirigía más bien hacia la anterior canciller, Angela Merkel: "La política de Berlín durante la última docena de años ha hecho que Rusia tenga hoy una fuerza que ha obtenido de la venta de materias primas".
A Macron, Morawiecki se ha referido así: "Señor presidente, ¿cuántas veces ha negociado con Vladímir Putin? ¿Qué ha logrado? ¿Detuvo usted alguna de sus acciones? Con los criminales no se negocia, los criminales deben ser combatidos".
Pero el primer ministro polaco no ha olvidado a ninguno de sus socios comunitarios: "Estimados colegas de las capitales europeas: dejemos de calcular de manera inhumana, comencemos a actuar de manera más efectiva".
"Totalitario" y "genocida"
Morawiecki se ha asegurado conmocionado por las imágenes de Bucha, en Ucrania, las más brutales del conflicto y las que apuntan con más claridad a Putin como criminal de guerra. "Rusia es hoy un estado fascista totalitario culpable de crímenes de genocidio que deben ser debidamente descritos, documentados y sancionados", ha proclamado.
Por último, ha propuesto "una comisión internacional para investigar estos crímenes en las ciudades de Ucrania" compuesta por "médicos, criminólogos y especialistas".
En lo que respecta a su territorio y competencias, Polonia ha intensificado los controles de mercancías en los vehículos que cruzan la frontera en dirección a Bielorrusia, dando lugar a colas de hasta 80 horas en las aduanas de carretera. El objetivo es "verificar minuciosamente que no se transportan bienes que puedan usarse en Rusia para la guerra".
Otro colega europeo, Viktor Orbán, se ha impuesto con solvencia en las urnas y continuará al frente de Hungría un cuarto mandato. Su postura sobre la guerra es diferente no solo respecto a Morawiecki, también respecto al resto de líderes. Tanto es así que Putin le ha felicitado y le ha invitado a construir una "asociación".