Luxemburgo

La matanza de civiles en Ucrania ha acelerado la aprobación por parte de la UE de un quinto paquete de sanciones contra Rusia. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado este martes un embargo total e inmediato al carbón ruso, que supone unos ingresos para Moscú de 4.000 millones de euros al año. Los europeos sopesan también prohibir en los próximos días las importaciones de petróleo.

En cuanto al gas ruso, que Alemania y Austria se resisten a abandonar, Bruselas trabaja en medidas alternativas, como imponerle un recargo tarifario o enviar los pagos a una cuenta bloqueada a la que el Kremlin no tendría acceso para financiar la guerra. Los europeos importan de Rusia alrededor 40% del gas que consumen, así como el 27% del petróleo y el 46% del carbón.

El nuevo paquete de sanciones incluye también una prohibición total de transacciones en cuatro bancos rusos clave, entre ellos VTB, el segundo más grande. Estas cuatro entidades, que ahora quedan totalmente aisladas de los mercados, representan el 23 % de la cuota de mercado en el sector financiero ruso. "Esto debilitará aún más el sistema financiero de Rusia", sostiene Von der Leyen.

La UE prohibirá además que los barcos rusos y los barcos operados por Rusia accedan a los puertos de la UE. Se prevén algunas exenciones para cubrir artículos esenciales, como productos agrícolas y alimentarios, ayuda humanitaria y energía. También quedarán vetados los operadores de transporte por carretera rusos y bielorrusos. "Esta prohibición limitará drásticamente las opciones de la industria rusa para obtener bienes clave", asegura la presidenta.

El cuarto pilar de la quinta tanda de sanciones consiste en más prohibiciones de exportación selectivas en áreas en las que Rusia es vulnerable, cuyo valor asciende a 10.000 millones de euros. Entre los sectores afectados están las computadoras cuánticas y los semiconductores avanzados, pero también maquinaria sensible y equipos de transporte. "Con esto, continuaremos degradando la base tecnológica y la capacidad industrial de Rusia", ha relatado la presidenta.

La UE aprobará nuevos vetos de importación específicos, por valor de 5.500 millones de euros, para cortar el flujo de dinero hacia Rusia y sus oligarcas, en productos que van desde la madera hasta el cemento, pasando por mariscos o licores. Finalmente, las empresas rusas no podrán participar en la contratación pública en los Estados miembros, y se excluye todo apoyo financiero, ya sea europeo o nacional, a los organismos públicos rusos. 

Además, Bruselas ampliará de nuevo la lista negra de altos cargos y oligarcas rusos afectados por sanciones individuales. 

"Hoy, más de 40 países aplican sanciones como estas. Adoptar una posición clara no solo es crucial para nosotros en Europa, sino también para el resto del mundo. Una posición clara contra la guerra elegida por Putin. Una posición clara contra la masacre de civiles. Y una posición clara contra la violación de los principios fundamentales del orden mundial", ha concluido Von der Leyen en una breve declaración sin admitir preguntas.

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