La Unión Europea prepara represalias tras el anuncio oficial por parte de Reino Unido de que pretende saltarse por las bravas el acuerdo del Brexit. La ministra de Exteriores británica, Liz Truss, ha confirmado este martes en la Cámara de los Comunes que en las próximas semanas propondrá legislación para suprimir de forma unilateral los controles aduaneros y sanitarios que establece el protocolo de Irlanda del Norte.
"El proyecto de ley pondrá en marcha las medidas necesarias para reducir las trabas al comercio Este-Oeste y garantizar que los ciudadanos de Irlanda del Norte pueda acceder a los mismos beneficios que los ciudadanos de Gran Bretaña", ha dicho Truss en su discurso ante el Parlamento británico.
La nueva norma, ha proseguido, eliminará las barreras regulatorias que dificultan que los productos fabricados según los estándares del Reino Unido puedan venderse en Irlanda del Norte. Las empresas podrán elegir entre cumplir con los estándares del Reino Unido o de la UE en "un nuevo régimen regulatorio dual".
La ministra de Exteriores británica sostiene que este proyecto de ley "es coherente con nuestras obligaciones en materia de derecho internacional y apoya nuestras obligaciones previas del Acuerdo de Paz del Viernes Santo de Belfast".
El Gobierno de Boris Johnson asegura que su prioridad "sigue siendo una solución negociada con la UE", pero añade que "la urgencia de la situación significa que no podemos permitirnos el lujo de retrasarnos más". En todo caso, Truss ha invitado al vicepresidente de la Comisión responsable del Brexit, Maros Sefcovic, a visitar Londres "lo antes posible" para seguir discutiendo.
Las palabras de la ministra de Exteriores británica han caído como una bomba en Bruselas. "El anuncio del Gobierno británico de que presentará una ley que dejaría de aplicar elementos constitutivos del protocolo de Irlanda del Norte plantea preocupaciones importantes", ha dicho Sefcovic en un comunicado.
Bruselas ha resaltado que el protocolo es la solución acordada entre la UE y el propio Boris Johnson para resolver los problemas que plantea el Brexit para la isla de Irlanda y la paz en el Úlster. "Las medidas unilaterales que contradigan un acuerdo internacional no son aceptables", ha señalado el vicepresidente.
El Ejecutivo comunitario ha avisado además de que el Tratado de Retirada y su protocolo sobre Irlanda del Norte constituyen la "base necesaria" para el acuerdo de libre comercio firmado entre la UE y Londres.
"Si el Reino Unido decide seguir adelante con un proyecto de ley que deshabilita los elementos constitutivos del protocolo, como ha anunciado hoy el Gobierno británico, la UE deberá responder con todas las medidas a su disposición", ha anunciado Sefcovic.
Bruselas ha eludido detallar cuáles pueden ser estas medidas. Entre las herramientas que tiene Bruselas a su disposición está la apertura de un expediente sancionador, pero sobre todo la suspensión del acuerdo de libre comercio, lo que supondría imponer recargos arancelarios a los productos británicos. Es decir, una guerra comercial entre socios occidentales en plena invasión de Ucrania por parte de Rusia.
El protocolo de Irlanda del Norte tiene como objetivo evitar una nueva frontera terrestre en la isla de Irlanda tras el Brexit. Para lograrlo, la UE y Boris Johnson pactaron en 2018 un estatus especial para Irlanda del Norte, que sigue vinculada a las reglas del mercado interior la UE. Eso significa que, en la práctica, la frontera se ha desplazado al mar de Irlanda, con nuevos controles aduaneros a los productos que llegan a los puertos de Irlanda del Norte procedentes de la isla de Gran Bretaña.
La nueva frontera ha enfurecido en particular a los unionistas norirlandeses, que denuncian que ponen en peligro la integridad territorial del país. De hecho, el Partido Unionista Democrático (DUP) ha avisado de que bloqueará un nuevo Gobierno norirlandés hasta que se resuelva esta cuestión. Aunque fue el Sinn Féin -antiguo brazo político de la organización terrorista IRA- el que ganó las recientes elecciones regionales, la formación del Ejecutivo requiere del acuerdo del DUP.