Los residentes de la ciudad portuaria ucraniana de Mariúpol, tomada este viernes por completo por las tropas rusas, están siendo deportados a Rusia sin que les ofrezcan otra alternativa. Una maniobra que se produce tras la salida de los últimos defensores del Regimiento Azov de la acería Azovstal, según han denunciado las autoridades locales.
"Mariúpol. Por primera vez podemos ver cómo se lleva a cabo la deportación", ha escrito Petró Andryushchenko, un asesor del alcalde, en un mensaje de Telegram recogido por las agencias Ukrinform y Unian y acompañado de un vídeo que muestra una aglomeración de personas y un autobús.
"Llegan los autobuses y se anuncia la evacuación", ha explicado el asesor. Este ha agregado que "sólo después de subir se le dice a la gente que el autobús se dirige al pueblo de Bezimenne, distrito de Novoazovsk, y luego a Rusia".
"Los militares rusos y los 'voluntarios oficiales' impiden cualquier intento de abandonar un asiento y rechazar la evacuación. Siglo XXI. En el corazón de Europa. Deportación de civiles. El surrealismo se ha hecho realidad en Mariúpol", ha lamentado.
El asesor informó el viernes de que 416 residentes de Mariúpol habían sido llevados a un campo de filtración en el pueblo de Bezimenne en un día, incluidos 46 niños. Además, 512 personas fueron deportadas a Rusia tras los procedimientos de filtración.
Por otra parte, el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania ha informado en un comunicado en Facebook que recoge Unian de que los rusos están tomando medidas "par restablecer el funcionamiento del puerto" de Mariúpol, para lo cual "está llevando a cabo el desminado de la infraestructura portuaria".