Los principales líderes de la oficina de Downing Street del primer ministro británico, Boris Johnson, celebraron varias fiestas ilegales allí durante los confinamientos por el coronavirus. La conclusión es del informe independiente de Sue Gray, que salió este miércoles a la luz y que habla de fiestas con "altercado", "vómitos" y "borracheras". La investigación señala directamente al primer ministro y a otros altos cargos y pide que asuman responsabilidades.
El informe de la alta funcionaria Sue Gray fue encargado por Johnson después de las revelaciones de fiesta en Downing Street cuando el resto de la población tenía que estar confinada debido a las restricciones por el Covid. El documento, de 60 páginas, que incluye algunas fotos de las fiestas referidas, destaca que "muchos de estos eventos no deberían haberse permitido". "Los altos cargos, tanto políticos como oficiales, deben asumir la responsabilidad de los hechos".
Los hallazgos provisionales de Gray se publicaron en enero, pero la mayoría de los detalles no se conocieron hasta el final de una investigación policial que concluyó la semana pasada con 126 multas, una de ellas a Boris Johnson. "Los eventos que he investigado no deberían haberse producido. Podemos deducir que muchos de los adjuntos que acudieron a estas reuniones consideraron que podían asistir porque así lo hacían sus superiores", explica el informe, que indica que "a los eventos investigados asistieron líderes del Gobierno".
El documento analiza en detalle 16 eventos que han tenido lugar en Downing Street mientras estaban vigentes las restricciones por la pandemia del coronavirus. Se hace una descripción de cada uno y se juntan fotos de algunos de ellos. Las descripciones son particularmente bochornosas en algunos casos.
"El evento duró varias horas. Había un consumo excesivo de alcohol por parte de algunos individuos y uno de ellos vomitó. Hubo también un altercado menor
entre otros dos individuos", se puede leer en la descripción del evento del 18 de junio de 2020. En el evento, la exdirectora de ética del gobierno, Helen MacNamara, llevó una máquina de karaoke.
"Un funcionario de Downing Street envió un mensaje al equipo por un sistema interno en el que hablaba de "borracheras" y aconsejaba al personal a que abandonara el edificio por la parte de atrás", señala Gray sobre la fiesta del 15 de diciembre de 2020. "Los participantes bebieron demasiado. La persona que limpió la sala al día siguiente dijo que había manchas de vino tinto en las paredes y en varias cajas de papel al lado de la fotocopiadora", se escribe sobre el evento del 18 de diciembre de 2020.
Desde que se destapó el escándalo, Johnson ha enfrentado las críticas de políticos de la oposición y algunos en su propio partido para que renuncie después de que se desvelara que tanto él como los funcionarios habían violado las reglas impuestas a todos los ciudadanos a causa de la pandemia.
"Muchos estarán consternados de que un comportamiento de este tipo haya tenido lugar a esta escala en el corazón del gobierno”, dice el informe de Gray. "El público tiene derecho a esperar los más altos estándares de comportamiento en esos lugares y claramente lo que sucedió estuvo muy por debajo de esto".
En el Parlamento, Boris Johnson volvió a disculparse por su comportamiento y por asistir a una fiesta en su cumpleaños en junio de 2020, por lo que la policía le impuso una multa. Sin embargo, volvió a repetir que no ha incumplido las normas. "Asumo toda la responsabilidad por todo lo que sucedió bajo mi mandato... Me horroriza parte del comportamiento", dijo. "Mi asistencia en estos momentos, por breve que fuera, no ha incumplido las normas. Pero claramente este no fue el caso de algunas de esas reuniones después de que me había ido y otras reuniones cuando ni siquiera estaba en el edificio".
El partido laborista tildó el informe de un monumento a la "soberbia y a la arrogancia" del gobierno del primer ministro británico, Boris Johnson. "Cuando el polvo se asiente y la ira se calme, este informe se mantendrá como un monumento a la soberbia y a la arrogancia de un gobierno que creía que había una norma para ellos y otra norma para todos los demás", dijo el líder del partido Keir Starmer al parlamento.